A pesar de que inducen al suicidio, Estados Unidos legaliza la marihuana y el cannabis
La sociedad permisiva convive con las drogas o permite su consumo y comercialización. La droga es un producto de consumo, que tiene el inconveniente de que aquellos que la dilapidan, cada día necesitan más cantidad, para conseguir los mismos efectos.
Lo que se consigue con la comercialización de la droga, no es una cartera de clientes y sí un ejército de personas dispuestas a todo con tal de seguir consumiéndola.
La venta legal de cannabis y marihuana es uno de los mercados que mayor rapidez se está expandiendo en Estados Unidos. En 2014 su crecimiento fue del 74%, consiguiendo el título de la industria de mayor crecimiento en todo el país.
En la actualidad, ya son 24 estados los que han legalizado su producción y uso con fines terapéuticos. En el 2016 se espera que se unan otros siete estados más.
Según los datos, son más los hombres que consumen la sustancia, convirtiendo a las mujeres en un nuevo cliente potencial.
Por un lado, la mujer está más acostumbrada a consumir productos asociados al bienestar y por otro, si no ha consumido la droga para el uso recreativo, la asociación de la misma al uso terapéutico será más rápido.
Los expertos en la industria prevén cuadriplicar el beneficio del negocio a 11 billones de dólares para el año 2019. Parece que en Estados Unidos han encontrado en estas hierbas su negocio multimillonario.
El tradicional y prestigioso periódico 'The New York Times' se ha sumado a los que difunden esta droga. El periódico publica un artículo en el que explica que el uso moderado de las drogas es menos dañino que el consumo del tabaco y el alcohol. Siguiendo su apoyo a la legalización de esta planta, el rotativo ha publicado un anuncio de Leafy, una app que permite a los usuarios encontrar chamizos que venden drogas.
Se debe tener en cuenta que la droga llega directamente al cerebro. El estudio de la Oficina Nacional de Control de la Drogadicción de Washington, refrenda que las drogas pueden producir daños como zozobra, melancolía, brotes psicóticos y tendencias al suicidio.
Clemente Ferrer
clementeferrer@clementeferrer.com