País de locos: el Gobierno Zapatero, también la prensa, todo hay que decirlo, está vendiendo -en Internet, dónde si no- como un éxito que los fondos soberanos chinos, así como las empresas estatales de aquel país, es decir, el Gobierno de Pekín, se hagan con la cajas de ahorros españolas, a su vez, accionistas de referencia de nuestras empresas estratégicas. No son inversores privados chinos -que no existen, sino el propio Gobierno comunista de Pekín- que se disponen a salvar a ZP, enredado en la reforma financiera de cajas de ahorros.
Los chinos están dispuestos a invertir 13.000 millones de dólares, dado que el modelo chino -explotar a los trabajadores y exportar mediante 'dumping'- les ha dado liquidez para comprar cualquier empresa en Occidente.
Naturalmente, todos los países occidentales, especialmente Estados Unidos, Francia y Alemania se cuidan muy mucho de permitir la entrada al dinero de la tiranía china, especialmente si pretenden controlar algo tan sensible como el sistema bancario. Pero aquí no, aquí ZP necesita sacar adelante su innecesaria reforma financiera -hoy hecha unos zorros- y les abre la puerta de par en par como si hubiera conseguido la idea madre para salir de la crisis.
Naturalmente, no es que los chinos estén dispuestos a sanear cajas en dificultades: las quieren ya limpias y convertidas en bancos. España es su cabeza para entrar en Europa, en concreto en las empresas europeas.
Naturalmente, se ha evitado cualquier referencia a los derechos humanos en la mayor tiranía del mundo y una de las más salvajes. No conviene irritar a nuestros salvadores.
Eulogio López
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