Se refiere por vez primera a la necesidad de "derrotar al terror"

Sesión de control en el Senado. Miércoles 10 de octubre, el día siguiente al atentado que está a punto de llevarse por delante la vida del guardaespaldas Gabriel Ginés. El presidente no había abierto la boca hasta entonces para condenar el atentado y aprovecha la sesión de control para hacerlo. Afirma que el Gobierno y el Estado "combatirán con firmeza los intentos de crear terror y violencia" y asegura que "el Estado democrático está fuerte y preparado para ese combate". Además, por primera vez señala que el objetivo no es sólo "el fin de la violencia", sino "derrotar al terror y la amenaza". Eso sí, pide la unidad de todas las fuerzas democráticas que califica de "conveniente según acredita la historia" para lograr esos objetivos.