La guerra en TVE no para desde que llegó Oliart. Las plataformas sindicales se multiplican ante unos sindicatos tradicionales con los que los trabajadores no parecen estar muy contentos. En materia laboral, la Corporación retorna al anarquismo, al movimiento asambleario. Paralelamente, la mala gestión de la tele pública va saliendo a la luz y Oliart se pone malo cada vez que se habla de él en los medios.
En el fondo, Oliart, más conocido por El Yayo, tiene razón. En la mayoría de los casos, el presidente de la Corporación no hace sino cumplir órdenes. Y Moncloa le ha exigido que beneficie a Mediapro frente a PRISA. Dicho y hecho: la productora de Roures cuenta con la mitad de la producción de RTVE. El Yayo no entiende cómo el consejero nombrado por el PSOE, Miguel Ángel Sacaluga, le sigue poniendo contra las cuerdas en el Consejo de RTVE. Sacaluga fue propuesto por el PSOE, sí, pero es Rubalcaba quien está detrás y el ministro del Interior es más prisista que mediaproista. Y así seguirá mientras continúe la parálisis en la renovación del Consejo.
Mariano Tomás
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