Zapatero, a los diputados: "No esperen una nueva batería de anuncios o propuestas para hoy"

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha comparecido esta mañana en el Congreso de los Diputados para explicar la situación económica. En este sentido, ha dicho que las medidas que había que adoptar ya están tomadas, "como las aprobadas en el Consejo de Ministros extraordinario del 14 de agosto", por lo que "no esperen una nueva batería de anuncios o propuestas en el día de hoy". Lo que ha provocado el murmullo de la sala. El presidente no se ha inmutado: "no tiene sentido improvisar o aprobar todos los días nuevas iniciativas". Y ha seguido más adelante: "el Gobierno ha actuado desde el primer momento" y ha sido "el primer Ejecutivo europeo en aprobar un paquete tan ambicioso de medidas como para comprometer 65 mil millones de euros para los años 2008 y 2009".

Y a renglón seguido, ha señalado que el Gobierno analiza las posibilidades de actuación en función de las circunstancias, lo que explica que de forma inminente el Gobierno adoptará medidas "adicionales" en los dos ámbitos que más le preocupan: la creación de empleo y la actuación en el sector inmobiliario, que es el que más paro produce. Zapatero también ha anunciado los cuatro vectores de la actuación gubernamental para superar la "situación de estancamiento" en que se encuentra la economía: "competitividad, políticas sociales y atención a la familia, austeridad y diálogo social y empleo".

Con el diálogo social va a hacer frente al desempleo, que es "el principal objetivo del Gobierno". Y aquí ha hecho gala de su demagogia y optimismo antropológico: en los últimos años "hemos creado mucho empleo en España" hasta el punto de que "contamos con la cifra más alta de personas trabajando de nuestra historia, en torno a 23 millones", que se trata, además, de la población activa "mejor formada de la historia de nuestro país", (no lo dirá por la LOGSE y la LOE, y por los datos de ayer del informe de la OCDE: somos los últimos en educación en Europa), "y que será relativamente más joven que la media europea a lo largo de las tres próximas décadas".

Y, siguiendo con su optimismo natural, ha enumerado seis ventajas de la economía española: "un sólido sistema financiero que supera los estándares internacionales de solvencia, provisionamiento y rentabilidad", "los agentes económicos internacionales siguen confiando en la economía española", "las empresas españolas están afrontando con éxito su proceso de internacionalización que les permite diversificar riesgos", "tanto el sector público como el privado están comprometidos con la capitalización física, humana y tecnológica de nuestra economía", "existe margen para realizar una potente política fiscal contracíclica para impulsar la demanda interna y aumentar la liquidez de las empresas", y "la demanda externa y productividad del trabajo".

El presidente ha reconocido, sin embargo, que no ha cesado aún la "incertidumbre internacional y la contracción de liquidez", aunque la reciente medida adoptada por la FED en relación con la crisis de las hipotecas en EEUU puede tener "efectos positivos".

Ha contextualizado la situación en las recesiones de países como Alemania, Italia, Francia y Reino Unido, "el marco en que nos desenvolvemos": la economía española es "muy sensible" al "contexto internacional" porque es "muy abierta", con una tasa de apertura del 60% y "nuestro dinamismo depende en gran medida del comportamiento de las economías desarrolladas. "Es además una economía con una alta dependencia energética que nos hace más vulnerables a las variaciones del alza del precio de petróleo" (pero no ha dicho nada de cambiar el modelo energético hacia otros, como el nuclear, por ejemplo). Y, como tercera característica, ha dicho que "fruto del fuerte esfuerzo inversor llevado a cabo en los últimos años, la economía española ha acumulado un elevado déficit exterior, con la consiguiente necesidad de financiación internacional".

Ha vaticinado Zapatero que en la segunda parte de 2008 y primera de 2009, el crecimiento seguirá siendo "muy débil" de forma que el PIB "podría crecer en torno al 1,6% en 2008 y en torno al 1% en 2009". Reconoce que la economía española padece "problemas específicos" que afrontar pero que "cuenta con más medios que en otras coyunturas adversas del pasado para afrontar y paliar sus consecuencias". Por todo ello, ha afirmado, "el Gobierno se siente plenamente responsable del bienestar de los ciudadanos y en particular del empleo".

En RNE, el portavoz de Economía del PP, Cristóbal Montoro, ha señalado que España "está viviendo la crisis económica más compleja de su reciente historia, como consecuencia de que somos muy vulnerables a los impactos de la crisis financiera mundial, porque nosotros le estamos pidiendo mucho dinero al mundo para crecer y el mundo no está para dejar dinero a nadie. También somos muy vulnerables al encarecimiento de la energía y a la subida de los precios de los alimentos, y frente a ello, tenemos un Gobierno enrocado en una posición de negación y de tomar medidas eficaces".

El PP va a presentar mañana una moción de 28 páginas de medidas de política económica, explicaba Montoro: "lo que estamos diciendo es que hay que ser austeros en materia de incremento de gasto público, en materia presupuestaria para permitir bajar los impuestos, especialmente a quienes más están sufriendo la crisis económica que son las PYMES".

El portavoz de Economía del PP vaticinaba que lo más novedoso del debate de hoy sería que "el presidente del Gobierno se vistiera de realismo y reconociera la gravedad de la situación" ya que esa actitud de negar la realidad nos perjudica porque "el resto del mundo que nos tiene que dejar el dinero piensa que no nos necesita, porque en España no pasa nada".

En Onda Cero, Carlos Herrera, se hacía algunas preguntas esta mañana, antes del debate sobre economía en el Congreso: "ayer Solbes reconoció que el peligro de recesión existe y que en 2009 nos iremos recuperando. Hoy comparece Rodríguez Zapatero para decirnos lo que va a hacer, se supone. Tendrá que decirnos cosas. Aumentará, no sé, el gasto o el déficit, que son recetas socialdemócratas que a él le gustan. Pero algo más hay que hacer, además de decir que la culpa la tienen los americanos y que estamos muy fuertes, y además de hablar de la guerra civil, la eutanasia y del aborto". "Con que reconozca la realidad de las cosas, ya algunos pueden darse por contentos".

En Intereconomía, Juan Iranzo, director del Instituto de Estudios Económicos, decía, antes del debate en el Congreso, que el presidente del Gobierno "debe responder a una realidad que se va a agravar, como todos creemos, y a unas medidas de política económica adecuadas, y modificar las que hasta ahora ha tomado, ha ido en la dirección incorrecta durante bastante tiempo, ha habido una falta de reconocimiento de la crisis, y una serie de medidas absurdas, como la de los 400 euros, y ahora debe ir en la dirección correcta, otra cosa es que coja de verdad esa pista".

En Onda Cero, los tertulianos, antes de la comparecencia de Zapatero en el Congreso, preveían lo que podía ocurrir. Amando de Miguel señalaba que "si propone medidas, todas van a generar más inflación, y como la causa fundamental de nuestros males económicos es el exceso de inflación, pues se va a agravar". "Ojalá no propusiera ninguna medida y fuera sólo retórico, eso sería una buena cosa".

Para José María Calleja, también en Onda Cero, "hay una situación de crisis, la gente lo está pasando mal, y él tendría que hacer una mezcla de medidas concretas para aliviar la situación y un cierto discurso de estímulo y de pensar que lo peor acabará pasando y que llegaremos a una situación mejor".