- Es decir, con la participación de Eskenazi y de algunos fondos. Repsol mantendría la mayoría.
- Por una vez, la postura firme del Gobierno español puede surtir efecto.
- No obstante, Repsol no puede aceptar una solución que consolide la retirada de concesiones.
- En Buenos Aires, la lucha entre La Casa Rosada y los gobernadores regionales por el reparto del Botín YPF, obligan a La Cámpora a reducir sus expectativas.
- Las expectativas son buenas: de hecho, el Ibex 35 sufrió la mayor caída del año, muy por encima de la sufrida por Repsol.
Oficialmente, el plan del Gobierno argentino, es decir la expropiación-robo de la petrolera YPF, sigue adelante. De hecho, el famoso decreto de expropiación de YPF que el ministro de Exteriores español García Margallo, aseguraba el viernes no conocer: pues bien, aquí están las pruebas. El Gobierno Kirchner pretendía hacerse con la mayoría de las acciones de YPF, un robo en toda regla.
Ahora bien, por vez primera, el Gobierno español ha protegido a una de sus empresas en el exterior y se ha enfrentado a La Cámpora, el grupo ultra que gobierna Argentina y que manda más que el propio Gobierno Kirchner. Lo lidera Máximo Kirchner, el hijo de la presidenta Cristina Fernández (ambos en la imagen). Y, en último momento, parece que el golpe se ha detenido. O, al menos, eso dicen los mercados, porque la Bolsa española, en una jornada negra, con una bajada del Ibex del 3,58%, Repsol se conformaba con caer 2,73%.
El Gobierno Rajoy ha jugado fuerte: ha movido a Europa y ha amenazado con "consecuencias". Además, el Gobierno argentino se ha buscado como aliado a los gobiernos regionales: ellos son los que han retirado concesiones a Repsol en siete estados. Pensaban que se iban a hacer con el control y la gestión de YPF pero La Casa Rosada no les desea... tan amigos.
En definitiva, a media tarde del viernes 13, el panorama era que La Cámpora retrocedía y buscaba una salida honrosa. En su estilo habitual, Máximo Kirchner ha pedido a los Eskenazi que cedan su participación a él mismo o a quien él considere conveniente. En pocas palabras, que acepta no controlar el 50% sino el 30% de YPF, según la idea motriz del hijo de la presidenta: "¿Cuánto le debes a mi padre?".
Ahora bien, aunque Repsol mantenga la mayoría esto no basta. Hay que devolver las concesiones. El proyecto de ley puede entrar en el Parlamento argentino y dormitar indefinidamente pero la renovación de las concesiones es harina de otro costal. Además, la confianza se ha quebrado, y más importantes que los actuales pozos en explotación es la inversión (28.000 millones de dólares) que exige Vacamuerta.
Por el momento no hay paz, sólo prórroga.
Eso sí, las expectativas son buenas: de hecho, el Ibex 35 sufrió la mayor caída del año, muy por encima de la sufrida por Repsol, que terminó la jornada con un descenso del 2,73%.
Miriam Prat
miriam@hispanidad.com