Abertis se trocea en dos entidades: Abertis Infraestructuras y Saba Infraestructuras. Comprendo que es difícil pero el capital-riesgo responde al insondable principio ciceroniano de que la corrupción de lo mejor es lo peor.

El private equity nació para ofrecer dinero a un emprendedor que lo necesitaba para echar a andar y crear puestos de trabajo. Pero el niño se transformó en monstruo y ahora el capital riesgo se ha alejado definitivamente del emprendedor y se ha convertido en el peor virus del sistema financiero-capitalista en la que nos movemos: entran en empresas ya formadas -apalancados, dicho sea de paso-, luego trocean la compañía que pierde así su potencial inversor y vende por trozos.

En definitiva, bajo la excusa de financiar empresa el capital-riesgo se ha convertido en el desguace de compañías que, como el caso de Abertis, para nada necesitaba del fondo CVC en su accionariado. Fondo CVC que, por cierto, fue introducido en la compañía de infraestructuras catalana por don Florentino Pérez, más financiero que empresario, porque lo que le gusta no es producir sino comprar y vender.

¿En qué se distingue un empresario de un financiero? En que el empresario busca el dividendo, el financiero sólo la plusvalía. Al menos el financiero especulador... como es el caso.

El gobernador MAFO asegura que no quiere especuladores en las cajas de ahorros: hay que tener rostro pétreo.

Eulogio López

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