El otro medio para meter en cintura a los empresarios es la poderosa televisión pública. Los socialistas andaluces tienen un viejo pleito con la tabaquera Altadis. Por una parte, le exigen miles de millones para financiar la sanidad pública y por otra se niegan a que cierre su fábrica de Sevilla.
Además, en el PSOE consideran que Pablo Isla, co-presidente de Altadis, no es de los suyos. Pues bien, el pasado martes 15 la tabaquera celebraba Junta de Accionistas. Televisión Española comenzó su crónica con los manifestantes que protestaban en las afueras del recinto. La información sobre el acto simplemente no existió.
Eso sí, a cada uno lo suyo. Isla no debería empecinarse en que el plan de reconversión de Altadis en España no conlleva despidos. En teoría no, pero obligar a un trabajador a un traslado forzoso desde Andalucía a Levante o a Cantabria, se parece mucho a un despido.