Lo cuenta Bolsa Finanzas y no es una inocentada, sino una noticia en toda regla. Estados Unidos pone contra las cuerdas al BBVA por tener un empleado en Cuba.

Considerando que la plantilla del banco español supera los 130.000, si hubiera implantado su red en la isla a lo mejor los norteamericanos bombardeaban la Gran Vía bilbaína.

De cualquier forma, la noticia tiene su aquel. Cuando se trata de cualquier tipo de comercio con la dictadura cubana, Wall Street cuela un mosquito pero cuando se trata de comerciar con la mayor tiranía del mundo, China, se traga un camello. Es lógico: en China las firmas financieras e industriales norteamericanas tienen muchos intereses, mucho que ganar. Un suponer: el mayor banco de inversión del mundo, Morgan Stanley se ha convertido en agente financiero de la dictadura comunista -y capitalista- del Gobierno de Pekín.

Además, los norteamericanos pueden exigir al BBVA que rinda cuentas por su empleado en la isla debido a que el BBVA se ha instalado en USA. Pues bien, ¿qué le parecería a Wall Street que la CNMV española exigiera cuentas a todos los bancos norteamericanos presentes en España -un poner, el City o el propio Morgan Stanley- por el hecho de negociar con la tiranía china?

Sí, absurdo… tanto como lo de Wall Street con el BBVA. Con la globalización ha desparecido una de las mejores armas de las democracias contra las tiranías: la presión comercial. Mejor: la negativa, autolimitación, a ganar dinero a costa del sufrimiento de otros.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com