Uruguay se ha convertido en banco de pruebas de toda Iberoamérica sobre la legalización del aborto. Por eso, las feministas de todo el continente han lanzado una campaña electrónica animando a los internautas a escribir a los senadores uruguayos pidiéndoles la aprobación del Proyecto de Ley de Defensa de la Salud Reproductiva. En sus correos electrónicos afirman que los derechos sexuales y reproductivos (eufemismo de aborto) "son parte indivisible de los derechos humanos".
Por si fuera poco, en la "carta modelo" que proponen enviar a los senadores del Uruguay afirman que "el voto a favor del proyecto honrará las mejores tradiciones del Uruguay en materia de derechos humanos". La tradición uruguaya de defensa de los derechos humanos se basa en el respeto sagrado de la persona. De toda la persona. También del concebido aunque no nacido, tal y como contempla su Constitución y el Pacto de Costa Rica firmado por el Estado uruguayo.
Y esto es exactamente lo que se vota el martes 13, como adelantamos en nuestra edición del lunes 12. Si Uruguay se mantiene fiel a la tradición de defensa de los derechos de todos los humanos o si, por el contrario, decide regresar moralmente al estadio en el que el valor de la vida depende de la circunstancias y de la calidad en la que esa vida se desarrolle.