Sr. Director.

Una ley que reconozca uniones homosexuales irá en detrimento de la sociedad oscureciendo valores morales básicos y devaluando la institución del matrimonio.

Esas uniones no poseen la dimensión procreativa y conyugal del matrimonio, ni siquiera con reproducción artificial. Permitir que adopten niños violentaría a esos niños, pues su condición de dependencia les pondrá en un entorno no conducente a su desarrollo pleno.

La sociedad no puede sobrevivir sin la auténtica institución del matrimonio, que sufrirá si esas uniones son legalmente equiparadas al mismo. Es justo prohibirles el matrimonio porque nadie tiene derecho a casarse con otro del mismo sexo: Nadie tiene autonomía para contribuir a la regresión y degradación moral de la sociedad.

Esas uniones no aseguran la continuación de la especie humana y, por tanto, no merecen especial protección.

Reconocerlas supondría la aprobación de un comportamiento reprobable haciéndolo un modelo para la sociedad actual y desdibujando los valores que pertenecen a la herencia común de la humanidad.

Alejandro Tabeada

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