Sr. Director:
El comportamiento heroico de todos aquellos que, aún sabiendo ser objetivo de los terroristas no pudieron callar, pues el deber fue más fuerte que el miedo, se ve "recompensado" por esta corporación política y mediática y su comitiva de figurantes y faranduleros.
Miguel Ángel Blanco fue asesinado un 13 de julio de 1997, y lo fue porque defendía la libertad y la democracia, desde su pueblo natal Ermua, donde era Concejal. Estuvo en su puesto aún sabiendo que corría peligro, pero debió pensar que era mejor morir de pie que morir de rodillas. Hoy parece que los héroes son mal ejemplo, a juzgar por el Pleno de la muy Noble y Leal Villa de Ermua, que pide a Fernando Savater, a Antonio Aguirre y a todos los españoles de buena fe, que se pongan de rodillas. Éstos, como un día lo fue Miguel Ángel Blanco, también son objetivo de ETA, pero siguen denunciando a los terroristas y a quienes les apoyan, a pesar de la amenaza a sus vidas, los insultos y las patadas en los huevos. Es, sin duda, un comportamiento heroico que muchos les agradecemos, pues luchan por nuestros derechos, pero a los catorce concejales de Ermua no se lo parece.
Hoy nos enteramos que ETA planeaba ataques terroristas si el gobierno no cedía a las exigencias del criminal De Juana Chaos, pero gracias al gobierno hoy podemos dormir tranquilos, pues todos sabemos cómo se resolvió la crisis de pánico que atenazó a un gobierno acosado por sus socios y por su propia indignidad, de un gobierno que no sabe distinguir lo bueno de lo malo y que confunde el talante con el deber.
Pablo de Saavedra
pdesaavedra@yahoo.es