Sr. Director:
La sociedad está de enhorabuena porque el ministro de Educación ha anunciado el fin de la asignatura "Educación para la Ciudadanía".

 

Parece que va a ser sustituida por otra de contenido cívico y constitucional, libre de cuestiones controvertidas y susceptibles de caer en el adoctrinamiento ideológico.

Podemos alegrarnos, pues esto supone un triunfo de la libertad (contra la imposición ideológica del Gobierno, que suponía dicha asignatura, que la Conferencia Episcopal calificó como inaceptable tanto en la forma como en el fondo) y de la Constitución que en su artículo 27.3 preceptúa que: "los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones".

Nuestro más profundo reconocimiento a esos padres, asociaciones, organizaciones, políticos, que con todos los medios a su alcance (objeciones, consejos, asesoramiento jurídico, denuncia…) han luchado para que la eliminación de esta asignatura haya sido posible.

Isabrl Pinaglia Alcaide