Sr. Director:
La jueza que investiga las clínicas abortistas de Carlos Morín le ha imputado 115 abortos, a cada cual más atroz, algunos con fetos de hasta 29 semanas, para obtener "ingentes ingresos en metálico y un alto nivel de vida".

 

Pero resulta aún más espeluznante recordar que el "caso Morín" fue la excusa esgrimida por el Gobierno para impulsar la llamada Ley Aído. Recordemos que hace un año entró en vigor la Ley y desde entonces no hemos sabido más sobre lo que están haciendo las clínicas abortistas.

No se ha oído que haya sido rechazado ningún caso por estar fuera de la Ley, luego la Ley es un coladero, es una Ley de aborto libre.

José Morales Martín