Sr. Director:

Se dice que en España uno nace para ser universitario. Pero lo que no se dice es que casi el 70 por ciento de los estudiantes españoles abandonan la carrera antes de obtener la licenciatura que le abrirá más fácilmente las puertas a un empleo bien remunerado.

La investigación, "Education at a Glance. OCDE indicators 2006", deja patente lo dicho: el 67,9 por ciento de las personas que se matriculan en una universidad española no finaliza sus estudios. La tasa de graduación universitaria en España se sitúa en el 32,1 por ciento. Esto revela que sólo tres de cada diez universitarios españoles acaban obteniendo en tan anhelado título.

Lástima, porque a más estudios, menos tiempo para encontrar trabajo y mucho menos paro. El informe de la OCDE indica el periodo que transcurre desde que los alumnos finalizan sus estudios hasta que se incorporan al mercado laboral.

Con un título universitario en la mochila, los jóvenes tardan una media de casi dos años en encontrar su primer trabajo. Bastante menos que los 40,6 meses que transcurren para todos aquellos que han recibido una educación primaria o 36,6 meses para quienes han finalizado la secundaria obligatoria.

El paro disminuye en la medida en que aumenta el nivel educativo y afecta más a los hombres que a las mujeres en todos los tramos de la formación. La tasa de empleo del muchacho que sólo posee estudios primarios es casi el doble del que ha hecho la enseñanza media o superior. Y en el caso de las mujeres, se repite más o menos la proporción. Pero las cifras de paro de las chicas duplica a la de los chicos.

Clemente Ferrer Roselló

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