En el programa "Con todos los acentos"

TVE mantiene en su parrilla un programa que pretende dar servicio a la comunidad inmigrante. El inmigrante que quiera puede acudir al programa a plantear sus dudas jurídicas. Una abogada se las resuelve a él/ella y a los miles de personas que ven el programa. Genial.

La idea es genial. Lo malo es que el pasado domingo una inmigrante preguntó qué tenía que hacer para abortar. Como si de un ‘derecho' se tratara, la abogada del plató le dio todo tipo de indicaciones sobre qué hacer. En ningún caso le mencionó la posibilidad de alternativas. Ni siquiera le mencionó el ‘cheque-bebé' de 2.500 euros al que tendría derecho. Una vergüenza que además va en contra de la Ley. Porque el actual marco legislativo establece que el aborto es un delito despenalizado en tres supuestos. En ningún caso se planteó la posibilidad de que la madre no encajara en esos supuestos. En fin, una televisión al servicio de la cultura de la muerte. Y por si fuera poco, el programa se emite justo después del programa religioso "Últimas preguntas".