Partido que se hizo con el poder tras la Primavera Árabe alentada desde Occidente, y que ha restringido las libertades y los derechos fundamentales de los ciudadanosComo se sabe, en Túnez, el líder opositor Chukri Belaid fue asesinado este miércoles, lo que provocó una serie de manifestaciones en la capital tunecina (del mismo nombre, Túnez) y en la localidad de Sidi Bouzid, la cuna de la primera revolución de la Primavera Árabe que puso fin al régimen liderado por Zine el Abidine Ben Alí el 14 de enero de 2011.
Miles de personas se enfrentaron a la policía en múltiples protestas en varias ciudades. El primer ministro tunecino, Hamadi Yabali, anunció la formación de un Gobierno de tecnócratas tras las protestas por el asesinato. EEUU condenó el asesinato y urgió al Gobierno a investigarlo. Por su parte, los partidos opositores tunecinos han convocado una huelga general en protesta por el asesinato de Belaid.
Este jueves, el presidente interino de Túnez, Moncef Marzuki, ha señalado que el asesinato del dirigente opositor Choukri Belaid "es parte de un complot lanzado contra Túnez para amenazar su seguridad y su estabilidad y sumir al país en problemas".
Sin embargo, el hermano del opositor opina que el partido islamista Ennahda, que encabeza el Gobierno tunecino, es responsable del asesinato. "Acuso al líder de Ennahda, Rached Ghannouchi, de la muerte de mi hermano", dijo Abdelmajid Belaid sin dar más explicaciones.
Se da la circunstancia de que, tras la Primavera Árabe, en Túnez se hizo con el poder el islamismo, como está pasando en otros países. En concreto, la formación islamista Ennahda. El partido islamista ya ha rechazado cualquier implicación en el suceso. Pero allí donde el islamismo se ha hecho con el poder, no se ha conseguido la paz social, ni mucho menos, ni se han conseguido los derechos y libertades por los que los ciudadanos lucharon. Se puede mirar a Egipto.
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com
Miles de personas se enfrentaron a la policía en múltiples protestas en varias ciudades. El primer ministro tunecino, Hamadi Yabali, anunció la formación de un Gobierno de tecnócratas tras las protestas por el asesinato. EEUU condenó el asesinato y urgió al Gobierno a investigarlo. Por su parte, los partidos opositores tunecinos han convocado una huelga general en protesta por el asesinato de Belaid.
Este jueves, el presidente interino de Túnez, Moncef Marzuki, ha señalado que el asesinato del dirigente opositor Choukri Belaid "es parte de un complot lanzado contra Túnez para amenazar su seguridad y su estabilidad y sumir al país en problemas".
Sin embargo, el hermano del opositor opina que el partido islamista Ennahda, que encabeza el Gobierno tunecino, es responsable del asesinato. "Acuso al líder de Ennahda, Rached Ghannouchi, de la muerte de mi hermano", dijo Abdelmajid Belaid sin dar más explicaciones.
Se da la circunstancia de que, tras la Primavera Árabe, en Túnez se hizo con el poder el islamismo, como está pasando en otros países. En concreto, la formación islamista Ennahda. El partido islamista ya ha rechazado cualquier implicación en el suceso. Pero allí donde el islamismo se ha hecho con el poder, no se ha conseguido la paz social, ni mucho menos, ni se han conseguido los derechos y libertades por los que los ciudadanos lucharon. Se puede mirar a Egipto.
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com