Controla los medios, controla los poderes y tiene aniquilada a la oposición. Dice que estar contra él es estar contra Venezuela porque él es el pueblo. Ha creado una red de países satélites financiada gracias al petróleo. Lo único que necesitaba Hugo Chávez Frías, presidente de Venezuela, para perpetuarse en el poder era eliminar la limitación del mandato presidencial. Y repitió el referéndum hasta que la gente dejó de equivocar la papeleta y votó lo que tenía que votar, lo correcto.
Tras consolidar la dictadura de facto, quedan algunos flecos. El primero, la Iglesia. En declaraciones a la agencia Zenit, Xavier Legorreta, de Ayuda a la Iglesia Necesitada, denuncia los ataques no ya contra la iglesia venezolana, sino contra el Vaticano. El 19 y el 31 de enero, desconocidos asaltaron la Nunciatura Apostólica de Caracas. En total se han registrado siete ataques contra la representación del Papa en el país en los últimos meses.
Legorreta señala también que el chavismo se ha convertido en una especie de religión: El lenguaje, la forma de presentarse, las conversaciones y discusiones... todo gira en torno a su persona, su ideología y su estrategia táctica. Lo de ser presidente le queda corto a Chávez. En realidad, lo que le gustaría es ser papa... como mínimo.