Sr. Director:
Estas líneas van dedicadas especialmente a nuestra Vicepresidenta, Doña Mª Teresa Fernández de la Vega. Esta dedicatoria se debe a que tengo la impresión de que está algo despistada, esnortá como decimos en Andalucía, cuando una persona ha perdido el Norte, el sentidito como dicen en Galicia.
Por supuesto no me refiero a las cuestiones políticas, que también, me refiero a cuanto concierne a la religión y a los católicos. Pero, yo, que tengo muy claro lo que es nuestra Iglesia le voy a explicar como mejor sé, que es la Iglesia y como debemos ser y actuar los que la seguimos.
La Iglesia no es obra humana. La funda Jesucristo en un momento concreto de la historia de la humanidad y la confía a unos hombres débiles hechos de la misma pasta que el género humano, que sienten la soberbia, que sienten el egoísmo, que sienten todo lo que se puede sentir y a veces dan mal ejemplo.
Todo esto es cierto, pero no da derecho a nadie a juzgar a la Iglesia que es institución divina de manera humana y sin fe teologal, solo fijándonos en como actúan determinados eclesiásticos o ciertos cristianos. Eso, es quedarse en la superficie, porque lo más fundamental de la Iglesia no es ver como actuamos los hombres, sino ver lo que hace Dios a través de ella. Podemos desconfiar de los cristianos pero nadie tiene derecho a dudar de Dios. ¿Como sabemos esto? Sin fe, es difícil, pero hay una historieta en el decamerón cínica y falsa pero muy expresiva.
Un cristiano de la edad media, de ese siglo en que la Iglesia en sus miembros no reflejaban la santidad de Cristo empezó a dudar de ella, se puso en camino hacía Roma para ver si allí se aclaraban sus ideas. Al regresar a su país le preguntaron si venía más firme en su fe y el contestó: que venía con certeza de la verdad absoluta de ella: estoy convencido de que la Iglesia es de Cristo porque si no se acababa, viendo lo que he visto es porque el Espíritu Santo la sostiene de manera especial creo que sobran los comentarios.
Bueno pues ahora a pesar de los fallos que podemos tener y los ataques que le vienen de varios frentes Dios Padre la sigue sosteniendo, Dios Hijo Jesucristo la sigue salvando y Dios Espíritu Santo la sigue santificando. ¿Qué cuando hace esto? Pues voy a contestarle a Doña Mª teresa y a los que piensan como ella. La santifica cuando le abre los ojos a los políticos ateos, a los intelectuales no creyentes y a todas las personas que a la hora de la verdad (la muerte) vuelven los ojos al crucificado y a la Virgen. Esto que digo no es una historieta, es la realidad. Aquí les detallo un pequeño número de ellos como muestra.
Presidentes de países que presumieron de que con ellos España había dejado de ser católica, Alcaldes de ciudades a las que incitaban a la droga, a la movida y estar al loro y, que en sus últimos momentos se volvieron a la verdad y pidieron perdón a Dios. Dirigentes de partidos muy importantes, poetisas de poesía infantil, de humanidad grande como su alma que al final volvieron sus ojos a Jesús. Estos y tantos más que no sabemos porque sus vidas no fueron relevantes ni social ni políticamente.
Sra. De la Vega, déjenos tranquilos. Mientras paguemos los impuestos, sigamos las leyes justas, déjenos participar de las tareas que como ciudadanos tenemos derecho. Nos gusta trabajar por un mundo mejor pero hacerlo como somos, sin asesinar niños no nacidos, ni casándonos la mitad de la población masculina con la otra mitad femenina.
Y, ahora como despedida un consejo para usted, Doña Mª Teresa deje la política y la filosofía, y ponga una tienda de modas porque de eso entiende un rato, no hay más que ver lo bien que viste.
Piedad Sánchez de la Fuente
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