Sr. Director
El incremento del contingente militar ruso en las regiones de Abjasia y Osetia del Sur para atemorizar a las tropas georgianas estacionadas en la zona es un claro síntoma del ambiente pre-bélico que se vive en estas antiguas repúblicas soviéticas.
La patria de Stalin y Shevernadze, y hoy jugoso aliado de Occidente, con Saakashvili al frente, pretende mantener una integridad territorial que de facto ya no posee. Si relacionamos este conflicto con la ampliación de la OTAN a los países Bálticos, y el estrechamiento de la frontera entre Europa y Rusia, podemos intuir un peligroso escenario futuro: Una Georgia totalmente occidentalizada y miembro de la OTAN agredida por Rusia no dudaría en invocar el artículo quinto del Tratado (hecho que sólo se produjo tras los atentados terroristas del 11-S), y nos abocaría a un conflicto de inciertas consecuencias.
Por ello, hay que reivindicar más atención a esta zona tan inestable y geopolíticamente tan importante, y meditar bien todos y cada uno de los compromisos que EE.UU. y Europa puedan adquirir en esta estratégica zona del planeta donde, aparte de éste, confluyen conflictos como el de Azerbaiyán, Armenia, Chechenia o, por qué no decirlo, Afganistán, Pakistán y quién sabe si también Irán.
Diego Contreras Espina
dcontespina@hotmail.com