El vicepresidente económico anuncia que no tomará medidas específicas sobre los sectores especialmente afectados por falta de margen legislativo. Culpabiliza al anterior Gobierno por el actual exceso de dependencia energética y el retraso en la aplicación de Kyoto

 

El vicepresidente económico, Pedro Solbes, sigue confiando en que la actual crisis del petróleo remita el próximo mes de septiembre. Argumenta en línea con la Agencia Internacional de la Energía (AIE) que los actuales precios del crudo obedecen a factores coyunturales, no estructurales y que, por tanto, la actual prima de riesgo -valorada en 15 dólares por barril- remitiría en el próximo ejercicio. No obstante, anuncia que si el petróleo se encontrase 3 dólares por encima de la horquilla presupuestada (30-33 dólares), tendría un impacto de dos décimas sobre el crecimiento y una sobre la inflación. En la misma lógica, si el petróleo rondara los 40 dólares, el crecimiento económico en 2005 sería del 2,6% y el impacto sobre el nivel de precios de dos décimas.

 

Solbes trató, de esta forma, de quitar hierro a la actual crisis del petróleo. Afirma que el escenario más probable es que el "oro negro" se mantenga en la horquilla prevista a finales de julio de entre 30 y 33 dólares el barril. En su opinión, los factores externos (Yucos, Venezuela, Iraq e incendio en Noruega) suponen una prima de 15 dólares por barril que remitirá el próximo ejercicio. Además, insiste en que en términos de euros la situación no es muy diferente a la que vivíamos a principios de 2000. ¿Optimismo? Eso parece. Por eso, el vicepresidente se suma a la tesis de "déficit de oferta" manejada en las últimas semanas, según la cual los países OPEP y el resto de los países productores no habrían realizado suficientes inversiones en exploración, por lo que nos encontraríamos en los máximos de la capacidad productora, lo que explicaría el alza de los precios.

 

Además, el vicepresidente se suma a la tesis mantenida por el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet, quien, como informamos en estas pantallas, afirmó esta semana que Europa está mejor preparada para una crisis petrolífera que en los años 70 y 80 debido a la menor dependencia del crudo. "Lamentablemente no es el caso de España, ya que no hemos hecho los deberes de Kyoto y acudimos a la renovación de nuestra energía con retraso", señaló Solbes. ¿Cómo? Será que Francia acometió una energía nuclear cuya contaminación no contabiliza Kyoto, mientras el Felipismo apostaba por la moratoria nuclear. Favor de no confundir.

 

Por otra parte, Solbes se mostró poco partidario a desarrollar planes específicos sobre los sectores afectados. Argumentó que no existía margen fiscal, ya que el IVA es un impuesto armonizado en el seno de la UE y que existe un acuerdo para no tocar los impuestos especiales de forma unilateral. "Existe una legislación europea que debemos respetar", concluyó. Pero Solbes dio un paso más al ya tradicional discurso del Gobierno sobre esta polémica y puso encima de la mesa que los sectores afectados ya recibieron unas rebajas fiscales en el año 2000 cuando estalló la anterior crisis petrolífera y que desde entonces han seguido manteniendo esas ayudas. "Tendremos que analizar cuánto se han beneficiado de la consolidación de esa situación especial y cuál es el impacto actual", señaló Solbes. O traduciendo: El Gobierno anterior les dio más de lo que sería exigible, despídanse ahora de que este Gobierno vaya a volver a abrir la mano.