El asunto va subiendo. El ministro de Economía, Pedro Solbes, anunció, en una reciente entrevista periodística, un déficit para este año del 1,5% del Producto Interior Bruto (PIB). Mucho, porque la última vez que cuantificó el déficit hablaba del 1%. ¿Por qué ese incremento? Probablemente, porque Solbes se esté poniendo la venda antes que la herida. Sabe que el debate sobre presupuestos será "la prueba del algodón" para sus socios parlamentarios.

 

Sus "referentes esenciales" serán ERC e IU. Esquerra ya ha advertido que no está en los "debates nominales", que lo suyo es la "pela". Salud y pesetas que lo demás son puñetas. Eso significa déficit. Por su parte, IU ya ha advertido que no le preocupa el déficit. La coalición comunista es absolutamente ajena al dogma del equilibrio presupuestario.

 

Ante este escenario, Solbes podría haber calculado lo siguiente: Como estos presupuestos son los de Rato, podemos hinchar los gastos demandados en este ejercicio y permitir que los presupuestos de 2005 (que son los primeros elaborados por el PSOE) queden medianamente ordenados. Dicho y hecho. Aplica estrategia del dúo Aguilar-Marugán y decide barrer el futuro hacia el pasado: Los problemas son heredados.

 

Pero, ¿cuál es la herencia? Porque la deuda del GIF es considerada por Eurostat como "aportación de capital" y, por tanto, ajena a la deuda estatal. RTVE ya forma parte del actual presupuesto, tal y como establece el cambio de criterios de Eurostat. Sus desviaciones, siendo cuantiosas, injustificables e injustas, son "peanuts".

 

Por último, la deuda histórica andaluza es un acuerdo político. Un acuerdo que, por cierto, ha encendido la envidia de catalanistas que desean apuntarse a eso de "borrón y cuenta nueva". Además, se podría haber reconocido en un calendario dilatado en el tiempo. En cualquier caso, tampoco suma el 1,5% del PIB. Si Solbes eleva el porcentaje es porque prevé inflar las cifras futuras con cargo al presente, responsabilizando al anterior Gobierno. Un ejercicio ruin. "Perverso" en palabras de la secretaria de Política Económica y Empleo del Partido Popular, Elvira Rodríguez.

 

Pero es que, además, resulta de una enorme irresponsabilidad. Solbes conoce bien las dificultades por las que están atravesando la economía francesa y alemana. Conoce que estas dificultades tienen su origen en un descontrol de las cuentas públicas. Pero su escaso margen de maniobra política le disponen a ceder a la presión de nacionalistas y ministerios de gasto. Al fin y al cabo, ahora tiene chivo expiatorio.