La periodista Margarita Sáenz, de El Periódico, acertaba al afirmar (mañana del miércoles) que el Gobierno ZP se prepara para pactar más autogobierno con el Partido Nacionalista Vasco (PNV), así como un acercamiento al nacionalismo catalán de CIU. Lo decíamos días atrás en Hispanidad: ZP es un personaje al que para echar de Moncloa habrá que llamar a la Guardia Civil, y sabe perfectamente que el único que puede arrebatarle el sillón presidencial es el Partido Popular. Por tanto, se trata de mantener el social-nacionalismo, la alianza entre el PSOE y los nacionalistas vascos, catalanes, gallegos y navarros –más Baleares, Aragón, León, Cantabria, León y lo que haga falta- para aislar al Partido Popular. La misma táctica de la anterior legislatura. Ni más ni menos.
Rodríguez Zapatero es un mentiroso que se cree sus propias mentiras pero, muy especialmente, cuando habla en evidencias. Ya se sabe que toda calumnia es cierta y que nada más mentiroso que lo evidente, pero el arte zapaterista en ese punto es encomiable. Así en su primer discurso tras las elecciones, explicó a los suyos que "los españoles no entenderían que no llegáramos a acuerdos", con el PP. Desde luego, que no: es más: los grandes perdedores del 9M –lo cual no tiene por qué ser bueno- son los partidos nacionalistas y minoritarios. Entre PP y PSOE suman 323 de 350 diputados, un 92%, si lo prefieren así. Uno pensaría que en esas circunstancias, ZP se dejaría de veleidades nacionalistas y alcanzaría un pacto de Estado con el Partido Popular. Parece la gran oportunidad, la deseada tanto por los votantes del PSOE como los del PP.
¿Por qué no lo hace ZP, un personaje con gran olfato político? Por lo dicho, porque es consciente de que quien puede arrebatarle el poder –que es lo que interesa- es el PP. Ergo,... hay que aislar al PP. Es lo que está haciendo Pepiño Blanco, ofreciendo cargos en los órganos gestores de Congreso y Senado a CIU (10 diputados) y al PNV (6 diputados), sin que por el momento se le haya ofrecido nada al PP (154 diputados): Social-nacionalismo.
Eulogio López