Sr. Director:
En un reciente congreso internacional sobre los imparables avances en el campo de los trasplantes médicos, de nuevo la medicina española ha brillado con luz propia poniendo en conocimiento de la sociedad científica mundial un hecho insólito.
A pesar de que los médicos japoneses habían presentado el sorprendente caso de un hombre al que una sierra mecánica le había arrancado un brazo, y tras serle trasplantado uno nuevo es ahora un virtuoso de la guitarra flamenca; y que los médicos estadounidenses también asombraran a la comunidad médica con el caso de una mujer que perdió una pierna en un accidente de circulación, y tras serle reimplantada está a punto de batir el record de los cien metros libres, lo auténticamente deslumbrante fue la presentación del caso español.
Nuestros compatriotas especialistas en la materia expusieron el increíble caso de un tipo que paseaba distraídamente por una vía de tren, y al pasar el AVE le arrancó la cabeza de cuajo; pues bien, a este buen señor en lugar de su cabeza, que no pudo ser recuperada, le trasplantaron una calabaza y ahora lleva más de veinte años de presidente de una importante Comunidad Autónoma. Sabido es que la medicina española está situada en los primeros puestos de los trasplantes médicos, pero albergo serias dudas sobre la veracidad del hecho: hace veinte años no teníamos AVE.
Miguel Ángel Loma Pérez
MALOMA@teleline.es