Filtra informaciones sesgadas y presiona a los gobiernos y reguladores. La entrada de Telefónica en Pirelli se basa en la independencia de la gestión. El regulador brasileño todavía no ha resuelto el eventual conflicto de competencia. Por su parte, el problema de Competencia en Argentina es inexistente. El Ejecutivo Kirchner trata de presionar a las empresas extranjeras de servicios públicos para que vendan a su ‘biutiful'. Eskinazi en Repsol, Werthein en Telecom Italia. De momento, Repsol y Telefónica resisten, pero Cristina será mucho peor que Néstor
Telmex es competidor de Telefónica en México. Pero es mucho más. Es el competidor de Telefónica en toda Hispanoamérica. Con la diferencia de que Telefónica es una sociedad cotizada con millones de accionistas que tiene que reportar periódicamente a las autoridades locales y a los reguladores español y norteamericano, donde también cotiza. Telmex es poco menos que una sociedad unipersonal, sin sistemas de control, ni comités de auditoría ni reportes a la SEC. No es lo mismo.
Y esa diferencia es la que le permite al dueño de Telmex, Carlos Slim, competir en clara desigualdad. No sólo tiene más agilidad por no contar con una burocracia como la de Telefónica. Es que además, la ausencia de controles le permite bordear la ley, cosa que Telefónica no puede hacer aunque quisiera. Si a eso le añaden su amistad con Felipe González y las "dos tardes" en el manejo de la información, los periodistas y la opinión pública, el resultado es demoledor.
Por ejemplo. Es verdad que Slim está presionando al regulador brasileño ANATEL para que imponga condiciones de Competencia que impidan a Telefónica el acuerdo con Pirelli para entrar en el capital de Telecom Italia. Pero no es verdad que haya ganado. Tampoco lo contrario, a pesar de lo publicado. La decisión de ANATEL no está todavía tomada, así que el tema está todavía abierto.
En todo caso, el debate es un tanto estéril. Porque en el acuerdo de entrada de Telefónica en Pirelli se contempla la absoluta autonomía de las direcciones. Claro que una cosa es el papel y otra la propiedad. Al final, el propietario, manda, por mucho papel que haya firmado. Pero la presencia de Telefónica en Telecom Italia no dejará de ser minoritaria y por tanto sin capacidad de mando. Al menos significativo. Sólo 2 de los 19 directores generales.
Lo mismo ocurre en Argentina, donde la presencia de Telefónica en Telecom Argentina (la filial de Telecom Italia en el país austral) apenas alcanzará el 1,5%, según señalaron fuentes de la teleoperadora española que insistió en que se habían autolimitado para evitar los problemas de Competencia.
¿Por qué surge la polémica en agosto cuando el anuncio de la entrada de Telefónica en Telecom Italia se produce en mayo? Un artículo publicado en La Nación nos ofrece algunas claves. Telecom Italia (TI) pagó 60 millones de dólares por hacerse con una opción de compra del paquete adquirido por el Grupo Werthein a France Telecom por 165 millones de dólares. TI tendría prioridad para comprar el paquete de Werthein en caso de que lo colocara a la venta entre el 2008 y el 2013. Los argentinos piensan que los italianos están dispuestos a comprar y están tratando de elevar el valor, así que meten ruido con el problema de Competencia, contradiciendo lo señalado por el mismo presidente Telecom Argentina a la bolsa argentina.
También cabe la posibilidad de que Telecom Italia venda y abandone el barco. En tal caso, el grupo Werthein tendría que desembolsar un dinero. Pero parece que es la estrategia seguida por el kichnerismo: presionar a las empresas de servicios para que vendan a empresarios afectos al régimen. No se trata de una ‘reestatalización' sino de la creación de una nueva plutocracia financiero-empresarial. Y Cristina Fernández de Kichner –a la que todas las encuestas dan como favorita en las encuestas- no es diferente a su marido, Néstor Kirchner. Si acaso, peor. Seguirá la misma estela marcada por su compañero ‘montonero'
El primer intento fue Repsol. Querían que vendiera a Enrique Eskinazi, un empresario amigo del matrimonio Kichner. Querían que Eskinazi se hiciera con más del 50% de YPF. Repsol se negó. Entonces pidieron que fuera al menos el presidente. Repsol se volvió a negar: el presidente será Antoni Brufau. Pero el régimen sigue presionando.
Lo mismo ocurre con Telefónica. Utilizarán al empresario amigo, Werthein como ariete contra la teleoperadora española. Y la de César Alierta, a aguantar a que pase el chaparrón populista, congelación de tarifas incluido. "En Hispanoamérica estamos a las duras y a las maduras", insisten siempre en la teleoperadora.
Aguas de Barcelona y Gas Natural serán los próximos en la lista que recibirán presiones para que vendan barato a un empresario afín. Botín ya ha optado por romper las negociaciones y la filial del BBVA en Argentina, el Banco Francés, no pinta bien tras el rapapolvo de Cristina Fernández de Kichner en las "cumbres borrascosas' protagonizadas en la CEOE. Por no citar a Pescanova y demás pesqueras que están recibiendo los ataques de los ‘piqueteros' en sus instalaciones. Llegan malos tiempos para las empresas españolas en la Argentina.