Yo hubiera asegurado que Jiménez Losantos ha injuriado a todo el mundo, todo el tiempo... mucho más que a Gallardón. Pero no se trata de eso, se trata de que Gallardón se ha convertido en el pionero de las demandas y querellas de políticos contra periodistas. Ahora De la Vega se ensaña con Época y los poderosos de la política y la economía han aprendido que la justicia no sólo es lenta, sino que es cara. Así que, como ellos disponen de servicios jurídicos a su servicio -gratis total- en cuanto quieren vengarse de alguien -pongamos todas las mañanas- no tienen más que sentarle en el banquillo. Así, si no le enchironan, por lo menos le arruinan y, si no logran ni lo uno ni lo otro, siempre podrán convertir su vida en un infierno. Los poderosos están utilizando el Estado de Derecho, o sea, los tribunales, para acabar con la libertad de prensa.
Mientras, los amigos Gay-ardón y ZP mantienen una línea política común: impuestos altos, normas -u obras públicas- asfixiantes para el ciudadano e inseguridad creciente y manipulación en los medios, lo que les asegura impunidad ante cualquier escándalo. Todo de lo más progresista.
Como diría el inolvidable Jaime Campmany, Ruiz Gallardón y Rodríguez Zapatero han nacido con una flor en el culo. Lo único grave es que el resto de los españoles tengamos que olerlas. Las flores, digo.
Porque si es Gallardón -como parece- el relevo de ZP por la derecha, yo me nacionalizo ruandés.
Eulogio López
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