Las feministas están que trinan con el documento vaticano sobre el papel de la mujer. La Red Feminista contra la Violencia de Género acusa a la Iglesia católica de sexista, abogan por la apostasía y defienden la supresión de la financiación pública a la Iglesia, incluidos los conciertos económicos a los centros escolares regentados por órdenes religiosas. Conviene recordar que el puesto de educación pública es un 83% más caro que el de iniciativa social, y que la Iglesia desarrolla una labor social que sería insostenible para las arcas del Estado.

 

Ladran, luego cabalgamos. Las feministas están desatadas por el documento vaticano sobre el papel de la mujer. Un buen indicador de que el documento pone el dedo en la llaga. ¿Y qué dice el documento que tanto molesta a las féminas de la lucha de sexos? Pues, dice que "cuando la humanidad considera a Dios su enemigo, se pervierte la relación entre el hombre y la mujer". ¡Bingo! A lo mejor, después de tanto ensayo y error, nos damos cuenta de que la raíz de la guerra de sexos no está en la "búsqueda del poder" marxista, sino en la misma apostasía por la que apuestan las radicalizadas feministas. Pero para afirmar esto hace falta honestidad intelectual y análisis desprejuiciado. ¿Demasiado pedir?

 

El texto vaticano continúa afirmando que para la relación inicial de la desnudez natural, la armonía y el unidualismo, necesita ser sanada y restaurada. Es la quiebra de esta armonía inicial la que rompe la igualdad, el respeto y el amor original querido por Dios. Y es el mismo Dios quien, haciéndose carne, restaura la utopía del amor y la fidelidad conyugal para que perdure "más allá del tiempo presente".

 

¿Demasiado elevado? Bajemos a la polémica. El Vaticano pide que la mujer pueda elegir libremente si desea trabajar fuera de casa o quedarse al cuidado del hogar y de los hijos "sin ser estigmatizada socialmente ni penalizada económicamente". ¿Algo que objetar? O sea, lo que pide la Iglesia es que cese el clamor popular que demoniza a la madre como "coneja" y al ama de casa como "maruja". Pide que la sociedad y las instituciones públicas valoren la maternidad, también económicamente. Y eso -apunta Ratzinger- va más allá de la mera legislación de conciliación entre la vida laboral y familiar.

 

Por lo demás, Ratzinger también señala el importante papel que debe desempeñar la mujer en la vida social "y que tengan acceso a puestos de responsabilidad que les ofrezcan la posibilidad de inspirar las políticas de las naciones y de promover soluciones innovadoras para los problemas económicos y sociales". ¿Dónde está el feminismo? Me lo expliquen. Gracias.

 

Da igual lo que diga Ratzinger porque nadie se lo va a leer. Basta con "mirar" el titular de un periódico "independiente de la mañana" que afirma que la Iglesia critica la igualdad en "todo" en hombre y mujer, texto manipulado e inexistente. La manipulación es suficiente para que las ideologizadas féminas se echen a la calle a pedir apostasía. Hágase. Nadie está obligado a recibir un regalo.

 

Pero las féminas van más allá y solicitan la revisión de la financiación de la "sexista" Iglesia. No les gusta que "con el dinero de los contribuyentes se financie el negocio educativo de los curas". Mirado desde ese punto de vista, a mí tampoco me gustaría. Pero da la casualidad que los "negocios educativos de los curas" son los colegios más demandados por los padres. Y ocurre, además, que el "negocio" es bastante ruinoso porque el sistema de conciertos inventado por el PSOE deja a los curas ahogados financieramente y obligados a hacer piruetas para pagar la reparación de la cancha de baloncesto o comprar ordenadores.

 

Y es que el "negocio educativo de los curas" consiste en que la Consejería de Educación corre con los gastos corrientes, pero no con las inversiones. ¿Y cómo se financian? Vaya usted espabilando, porque el sistema de conciertos no permite cobrar a los alumnos ni un euro. Y eso ocurre mientras los centros públicos acumulan inversiones, al mismo tiempo que escasez de demanda. Algo pasa, señoritas feministas. ¿O no?

 

Pasa que el puesto de educación pública sale un 83% más caro que el puesto educativo de centro de iniciativa social. Y a pesar de que llegan más fondos, es menos demandado. ¿Alguien me lo explica? Muy sencillo, los "curas" tienen vocación de enseñar, han decidido quemar su vida por ayudar a otros a crecer. Sí, ya sé, no entendible para mentes ruines...

 

Dicho esto, añadiremos que gran parte del problema educativo lo tienen las propias órdenes religiosas que han perdido el espíritu inicial y la vocación de servicio, anestesiadas por el dinero público, y convertidas en funcionarios de segunda. Por eso, siempre hemos defendido desde Hispanidad.com la bondad del cheque escolar, que garantizaría mucho mejor el principio constitucional de la libertad educativa, ese que las feministas quieren dar pasaporte.

 

Por lo demás, ocurre que los centros religiosos atienden a gran parte de los enfermos de SIDA de España, recogen a los sin techo en invierno, atienden a los enfermos que la sociedad aparca y realizan programas de desarrollo social con la población marginal. ¿Saben ustedes cuánto le costaría al Estado sufragar esta labor? Adiós al Plan de Estabilidad. Favor de no molestar. Se ruega colaboración. Y si no es posible, respeto. ¿Es mucho pedir? Señor ministro de Justicia, los católicos también somos ciudadanos que pagamos nuestros impuestos

 

Luis Losada Pescador