La droga es el ataque más grave que sufre la sociedad actual. Se ha lanzado una campaña publicitaria destinada a los jóvenes avisándoles de los peligros de la droga, bajo el lema: "Drogas. ¿Te la vas a jugar". La campaña apela a la responsabilidad de los adolescentes y pretende generar "una cultura de rechazo a las drogas".
También se ha divulgado otra campaña publicitaria bajo el eslogan "Todo tiene un precio". Busca concienciar a la sociedad sobre la presencia de las drogas como un producto que lleva al despilfarro. La idea creativa de la acción descansa sobre la aseveración "Lo más peligroso de las drogas es olvidarnos de lo que realmente son".
Nuestro país es el primer consumidor del mundo en el derroche de cocaína. Ha prevalecido a los Estados Unidos y cuadruplicado la media occidental, según un informe de la ONU, siendo la población compradora entre los 15 y 64 años.
Por otra parte, la droga, cuanto más se dilapida, con más imperiosidad se necesita. El vendedor ofrece al adolescente incauto que le "llevará al paraíso", pero oculta que el precio que deberá pagar es la propia autodestrucción, el deterioro físico y psíquico que transformará, el paraíso de unos instantes, en un "prolongado e insoportable infierno". La Oficina de Naciones Unidas para la Droga y el Delito afirma que el cannabis y sus derivados es la droga que más se adquiere, con cerca de 160 millones de consumidores. Se está luchando por la vida que es sagrada y nadie ni nada debe atentar contra ella. La droga es la muerte, la inmolación de millones de seres inocentes, en aras de uno de los más sucios negocios que ha conocido la humanidad. La lucha contra la droga debe basarse en una educación adecuada, con una menor permisividad, con un mayor respeto a la persona y el ofrecimiento a la juventud de una perspectiva vital más optimista. Los adolescentes opinan. Para el 89% no gratifica nada el derroche de pastillas, el 87,1% opina lo mismo de la cocaína, el 70,8% del cannabis. Los dos enigmas básicos son de carácter relacional, peleas con los allegados: un 16% y de violencia un 14,2%. Les siguen los atropellos, con un 11,7%, y los aprietos mentales, el 10,4%. Por último, la batalla contra el comercio y el derroche de narcóticos consiste en la férrea voluntad de paralizar esta dañina espada de Damócles para el tejido social que origina el delito, la crueldad y favorece la devastación física y emocional de muchos adolescentes. Para ello se requiere una colaboración internacional. Clemente Ferrerclementeferrer3@gmail.com