Como mucho el superministro de Industria acepta reducir hasta 9 minutos por hora la publicidad. Desacuerdo en UTECA: algunos creen que la supresión total de anuncios en RTVE dispararía su audiencia. La crisis se cierne sobre las televisiones privadas, con la amenaza añadida de más TV basura. Bruselas le retuerce el brazo a las privadas. La TV alternativa ya supone el 30% de la audiencia total

El superministro de Industria, Miguel Sebastián, ya ha respondido a Alejandro Echevarría, presidente de la patronal privada UTECA, quien exigía que las radios y TV públicas suprimieran la publicidad, para que las privadas pudieran afrontar la pavorosa crisis a la que se enfrenta: no lo hará. Como mucho pasará de los 12 minutos de publicidad por hora -reducidos al 10,5%- a 9 minutos. Veamos: los 12 minutos suponían unos ingresos para el ente público RTVE próximos a los 800 millones de euros al año. Por tanto, una reducción del 25% no sirve.

La cuenta de las privadas son estas: para TV en abierto, la facturación publicitaria anda por los 3.060 millones de euros por año. Antes había que dividir entre 3,5 (el 0,50 serían las autonómicas) pero ahora hay que dividir entre 5, tras la entrada de Cuatro y La Sexta, los dos canales que ZP ha concedido a su amigos. Hagan cuentas: 556 millones de euros por canal. Ahora bien, resulta que un canal, tal y como están planteado la TV en abierto en España, está saliendo por unos gastos superiores a los 600 millones de euros por año. Y no se engañen: la TV basura no es más barata, sino más cara que la TV seria.

Pero el problema de fondo no está ahí, sino en las TV alternativas. Los canales tradicionales, generalistas y en abierto, están abocados a una crisis tan seria como la de la prensa diaria, un soporte del siglo XX, que no del XXI. Por TV alternativa se entiende la TV local, la TV de pago por satélite, la TV por cable y, atención, la medida más importante, la TV por Interesante. Pues bien, todos esos soportes no alcanzaron el 20% hasta el nuevo siglo: Hoy, en 2008, ya superan el 30% de la TV que se ve en España.

Por otra parte, si RTVE retirara toda la publicidad, podrían subir en audiencia, lo que perjudicaría al oligopolio que controla la TV en España. PRISA, Planeta, Mediapro y Berlusconi. Y no olvidemos que, salvo Planeta, todos son amigos del Gobierno.

En conclusión, las TV privadas están abocadas a la reconversión. Se acabó el chollo televisivo privado. Y no olvidamos que Bruselas persigue las privadas que se saltan alegremente los límites de publicidad, con hasta 16 minutos de anuncios por hora, al menos en lapsos de máxima audiencia.