El número ideal de socios para una compañía es impar e inferior a tres. El viejo aforismo empresarial se queda corto cuando los dos socios de esas compañías, o de ese proyecto, tienen un objetivo de evangelización o, en suma, cristiano.

 

En la tarde del miércoles la empresa editora del prestigioso diario económico –o mitad económico mitad genérico- Gaceta de los Negocios, rompía las negociaciones para formar un multimedia con el Grupo COPE, propiedad de la Conferencia Episcopal y propietario de una cadena de radio y de Popular TV.

El acuerdo llevaba casi un año negociándose e incluso Gaceta se había adelantado, adquiriendo el 1,5% de la Cadena COPE. El objetivo era que Gaceta compraba un 10% de la COPE y la cadena de emisoras se hiciera con un 25% del capital. Con ello se iniciaba un proceso progresivo, con intercambio de periodistas y columnistas, hasta constituir un solo bloque. Coincidía este hecho con la paulatina conversión de la Gaceta de diario económico a diario de información general.

Desde el comienzo, uno de los puntos más difíciles de salvar, especialmente ante los accionistas de Gaceta, consistió en que el periódico compraba acciones de COPE en metálico (valorando la compañía de 180 millones de euros) y la cadena de radio y TV pagaba sus títulos de Gaceta en publicidad.

En cualquier caso, ya desde el primer momento, el acuerdo se topó con el grupo de locutores de COPE que lidera Federico Jiménez, así como con la aún más dura oposición del director de El Mundo, Pedro J. Ramírez. Así, mientras Losantos criticaba a La Gaceta desde los micrófonos de la COPE, Pedro J. Ramírez lo hacía utilizando a El Mundo y, sobre todo, a sus terminales de Internet, quienes lanzaron una campaña contra el nuevo presidente de COPE, Alfonso Coronel de Palma.

Y es que la entrada de Gaceta echaba por tierra el intento del tándem Ramírez-Jiménez, empeñados en hacerse con la COPE (con los italianos de Rizzoli Corriere della Sera, RCS, de paganos) y creara, asimismo, el multimedia que les falta. De hecho, el plan del locutor Jiménez –que con su agnosticismo completa el pluralismo interno de COPE, consistente en un ateo por la mañana, una católica por la tarde y un protestante por la noche- estuvo muy presente en un empeño en presumir que negociaba con COPE "sólo por un año más", hasta junio de 2008.

No les sirvió de nada porque los obispo están divididos respecto a los contenidos de COPE, pero no quieren vendérsela ni a Ramírez ni a Jiménez. Y cuando El Mundo compró Recoletos, tanto Jiménez-Ramírez cambiaron de táctica: ahora se trataba de cerrar una cadena de radio alrededor de los 45 postes emisores de Radio Marca, y con la colaboración amiga de los gobiernos regionales del PP en la nueva adjudicación de concesiones.

Es posible que ahora se repiensen su opción de invadirla COPE y poner el estandarte. Por ahora, sólo la tienen ideológicamente secuestrada.

Eulogio López