Alierta convoca a los inversores para el 11 de octubre, en Londres. Allí promulgará la segunda etapa de su reinado: conseguidos los 200 millones de clientes, se trata de crecer allá donde se está. Sólo se realizarán compras en Brasil e Italia: no interesan Estados Unidos, ni Rusia ni Francia. Nuevo enfrentamiento con el mexicano Slim, esta vez por la brasileña Telemig (Minas Gerais). El presidente de Telefónica desmiente ante sus directivos el rumor de reorganización en la cúpula: Peter Erskine no se marcha
Los analistas de todo el mundo –ahora llamados inversores, aunque en realidad sean gestores de inversiones ajenas- serán convocados por Telefónica para el próximo 11 de octubre, en Londres. Allí comenzará la segunda fase del reinado Alierta: no más compras. Conseguidos los 200 millones de clientes, se quedará allí donde ya se está. Las excepciones son los procesos ya abiertos. China, el mayor mercado, pero que depende por entero del Gobierno de Pekín, Italia, con el culebrón de TI de por medio, y Brasil. En la compañía desprecian la cifra de 3.000 millones por Vivo, entre otras cosas porque están convencidos de que con Lisboa presidiendo la UE durante el segundo semestre, Portugal Telecom no venderá Vivo mientras no pueda anunciar una venta al mismo tiempo.
Eso sí, Brasil va a ser el escenario de una nueva pelea entre Alierta y el mexicano Carlos Slim. Ambos compiten por Telemig Celular, la compañía del tercer estado más poblado de Brasil, Minas Gerais.
Respecto a Italia, nada que añadir. La política italiana –y en el país trasalpino política y economía se confunden- sólo la entienden los italianos, a ser posible de Roma o Milán. Esperar y ver, al igual que en China, el mejor mercado sí, pero éste, por el contrario: muy inteligible: se hará lo que el Gobierno deje hacer. Por lo demás, no interesa Estados Unidos, ni Rusia, ni Francia. En Europa se operará a través de O2, que controla Reino Unido, Irlanda, Alemania y Chequia. Francia tampoco interesa, para nada. Lo que hay que hacer es crecer donde ya se está. Se acabaron las compras.
Hombre, salvo que México se abriera, pero no lo va hacer. El ahora catalogado como hombre más rico del mundo, Carlos Slim, consuegro de Felipe González y gran operador de Telmex y América Móviles, posee más del 90% del mercado mexicano pero, miren por dónde, resulta que el Gobierno no le ha nombrado operador dominante. Por lo demás, Telefónica ya tiene 10 millones de clientes en telefonía digital y no se planeta otras oportunidades que las que le proporcionen.
Y todo ello con el mismo equipo. Alierta aprovechó la reunión de directivos en México, de final de la pasada semana, para desmentir un rumor extendido por la Organización. La marcha del británico Peter Erskine, el hombre fuerte de O2. Por la organización se corrió el rumor de que sería sustituido en Europa por Antonio Viana-Baptista, que Álvarez Pallete pasaría a Telefónica de España y Guillermo Ansaldo sustituiría a Pallete en Internacional. Pues no. Alierta lo desmintió. Y es que Erskine es tan rico tras la compra de O2 que muchos piensan que debería estar en su casa, cortando el césped y jugando al golf. Sólo que a él le va la marcha.
Y no marcha mal la cosa con ese equipo directivo. Al menos, si creemos al centenar de periodistas entrevistados concluye que Telefónica es la empresa mejor gestionada –seguida del Santander- y a la que se augura un mejor futuro. Así que como dicen los norteamericanos, "si funciona no lo cambies".