El pasado 31 de mayo dábamos cuenta en estas mismas pantallas que el banco Santander Central Hispano (SCH) y Caja Duero habían actuado como "entidades colaboradoras" de la Federación de Planificación Familiar de España (FPFE), filial de la internacional abortera IPPF.
Ya entonces denunciamos que la supuesta actividad asesora de la FPFE escondía en el fondo una actividad comercial de las clínicas abortistas. En primer lugar, porque el presidente de la FPFE, el doctor Guillermo González Antón, afirmaba el pasado 28 de mayo en Radio Voz que "no evaluaban los supuestos porque para eso estaban los centros IVEs acreditados". Volvemos a recomendar la escucha del rifi-rafe mantenido entre el doctor González Antón y la presidenta de la Asociación de Víctimas del Aborto, la doctora Victoria Uroz:
http://www.hazteoir.com/documentos/Programa_Radio_Voz.WAV)
La evidencia de que la FPFE no cumple con su compromiso de asesorar a las madres gestantes se complementa si observamos que son las mismas clínicas abortistas quienes sostienen las finanzas de tan altruista tarea. Y claro, recibir billetes del BCE de las "clínicas" e invitar a las madres a seguir adelante con su embarazo, no debe de ser tarea sencilla. ¿Verdad doctor González?
La Asociación de Clínicas Acreditadas para IVE (ACAI) sigue financiando a la Federación en el año 2003, según consta en las página 31 de la Memoria, (http://www.fpfe.org/docs/memorie.pdf) Y en la línea de ayudar a las madres que más lo necesitan, acaban de instar al Gobierno a que mantenga los actuales supuestos despenalizadores en el segundo trimestre del embarazo, ya que la restricción podría afectar "a un pequeño pero complicado porcentaje de mujeres, mayoritariamente usuarias de drogas, inmigrantes o menores muy jóvenes que por desconocimiento o descuido acuden a las clínicas muy tardíamente". Como ven, todo ternura y compasión, pero con los 400 euros debajo del brazo, en billetes y sin factura. Por cierto, ¿serán estas altruistas "clínicas" calificadas de riesgo por el señor Solbes? Doble contra sencillo a que el actual Gobierno prefiere mirar para otro lado ante la "gran labor" social desarrollada por los fabulosos negocios de la muerte.
Por supuesto, las clínicas Dator, Isadora y Multimédica Centro continuaron también en el año 2003 con la financiación de la benéfica tarea de la FPFE de "asesorar" a las madres para que acudan a sus "clínicas" a poner fin a la vida de los hijos que llevan en sus entrañas. Como ven, puro altruismo e independencia.
Un altruismo compartido por la Federación de CCOO Salut y Vida, el Colegio Oficial de Psicólogos, esos "firmones" de los informes que provocan el 97% de los abortos en España. No se lo van a creer, pero a este altruismo también se han sumado los laboratorios Wyeth-Farma, Organon, Italfármaco, Industrial Farmacéutica, Cantabria S.A., GlaxoSmithKline y Schering. Este último propietario de la píldora del día después y tan comprometido con la cultura de la muerte que la Fundación Shering también colabora en esta generosa labor de asesoramiento.
En Estados Unidos, los "nasciturus" abortados se comercializan en el mercado abierto, incluso por piezas. Afortunadamente, este macabro negocio está prohibido en España, pero la sospecha de la existencia de mercado negro es más que abundante. De esta forma, el círculo del negocio se cerraría. Las clínicas cobran por la operación, los laboratorios negociarían con el "subproducto" y la Federación de Planificación Familiar le colocaría el gorro intelectual a esta barbarie.
Lo más lamentable es que empresas ajenas a este "negocio" se presten a colaborar financieramente con el negocio de la muerte. Caixa Galicia dejó de colaborar el pasado año, pero le sustituyó Caja Duero. Y el banco Santander Central Hispano mantiene su colaboración económica con la FPFE, tal y como aparece en la página 31 de la citada Memoria. La Unidad de Patrocinio y Mecenazgo niegan participación en los ejercicios 2003 y 2004 mediante "subvención o cualquier otro tipo de ayuda". Argumenta el Santander que en la memoria de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) se detallan las actividades del Grupo en acción social.
Pero la memoria de la FPFE es tozuda. Si el SCH no quiere financiar abortos, sólo tiene que desvincularse de la Federación. Y por otra parte, ¿por qué no responde a la financiación del Santander a las actividades de la Federación de Planificación Familiar durante el año 2002?
Lamentablemente, a este festival del negocio de la muerte también se suma la Fundación Hewlett, tradicionalmente comprometida en la estrategia antidemográfica inspirada en el Informe Kissinger. Ya saben: existe la amenaza de que explote la bomba demográfica y lo que los países más desarrollados debemos de hacer es desactivar esta bomba fomentando el aborto y la anticoncepción en los países menos desarrollados. Todavía la Administración mexicana de Vicente Fox sigue ligando las trompas a las mujeres que acuden a dar a luz sin su consentimiento. Un absoluto atropello de la libertad sexual y reproductiva bajo el patrocinio de George Soros, Bill Gates y HP. Estupendo.
Y por si fuera poco, los ayuntamientos "progres" también pagan su "impuesto revolucionario". Al fin y al cabo se trata de pólvora del rey. La lista es larga: Alcalá de Henares, Badajoz, Carmona, El Ejido, Jerez y Palencia. Pero la lista no acaba aquí. También el Concello de Santiago de Compostela, el Consejo de Juventud de de Extremadura, la Diputación Provincial de Málaga, la Gerencia de Salud de don Benito y el Servicio de Mediación Social Intercultural de Villaverde han colaborado durante el año 2003 con la barbarie junto a la Agencia Española de Cooperación Internacional, el Ministerio de Sanidad y Consumo, el Instituto de la Juventud y de la Mujer, la Consejería de Sanidad y la de Educación de la Comunidad de Madrid, la Generalitat de Cataluña, la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha, la Junta de Extremadura y la Diputación Provincial de Málaga.
Y para que no falte de nada, la Universidad de Salamanca también se suma a la aportación de los 611.059 euros consumidos durante el pasado ejercicio en su labor de promoción de la cultura de la muerte, de los que 129.230 euros son gastos con empresas asociadas. Un "business" en toda regla.
Luis Losada Pescador