Propone invertir en programas de ámbito local e internacional

 

Celestino Migliore, nuncio apostólico y observador permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, hizo hincapié el pasado 16 de mayo en el desafío que supone la crisis alimentaria global, que afecta a la agricultura, pero también al desarrollo rural y a la gestión del agua. Está en juego la capacidad de la humanidad de proporcionar comida, afirmó monseñor Migliore.

Pero el discurso del observador vaticano tenía que ir necesariamente más allá de los factores económicos: La crisis alimentaria no debería medirse sólo por el aumento de los costes en los mercados internacionales, sino también por el coste físico, mental y espiritual de cuantos son incapaces de proveerse a sí mismos y a sus familias. Por ello, la Santa Sede propone invertir en programas agrícolas a largo plazo y sostenibles en el ámbito local y en el internacional. El objetivo sería hacer frente al precio de los productos, a su distribución y a la producción de alimentos, con especial atención a África. Además, debe darse apoyo a los agricultores para aumentar su producción de modo sostenible y poner coto así a la pobreza que se concentra principalmente en las áreas rurales. Zenit ha publicado un completo resumen del discurso de monseñor Migliore.