El diario El Economista fue objeto el pasado miércoles de los comentarios de Jaume Roures, primer ejecutivo de Mediapro. El empresario catalán niega las informaciones publicadas por El Economista sobre la obligación de devolver los derechos del fútbol a Prisa TV. No es cierto, no tengo que devolverlos, afirma Roures. El empresario suele basarse en que no hay sentencia firme y que ésta se encuentra recurrida.
Semejante argumento sirve a Roures para acusar al diario económico de mentir, como ya lo ha hecho ante los tribunales en otras ocasiones. Claro que El Economista tiene a su favor tres sentencias que le absuelven de las peticiones formuladas por Roures sobre tres artículos en los que el periódico económico hablaba del trato de favor por parte de RTVE, sobre su relación con el Gobierno y sobre las ayudas recibidas por parte del Ministerio de Cultura.
Hispanidad tiene alguna experiencia en recibir comunicaciones del Sr. Roures en las que incluía aseveraciones opinables: No es cierto que Mediapro sea un grupo mediático al servicio de La Moncloa, llego a afirmar en una nota remitida a este periódico.
Contra quien no ha iniciado ningún trámite judicial es contra José Manuel Lara, que esta semana pedía a los accionistas de La Sexta que se pusieran de acuerdo. Roures no recurrió a uno de sus clásicas peticiones de rectificación manifestando algo así como No es cierto que los accionistas de La Sexta tengan que ponerse de acuerdo, que suele ser el tipo de agumento categórico empleado. Por el contrario, prefirió contestar a Lara de viva voz: No hay reinos de taifas en nuestra casa, a lo mejor alguien quiere tener harenes. Aclaramos a quienes crean que se refería a las chicas de La Sexta que lo que Roures quiso fue hacer un juego de palabras con la semántica de Al-Andalus.
Mariano Tomás
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