Sr. Director:

El Gobierno acaba de anunciar su intención de suprimir la financiación estatal de la Iglesia. Pero sólo presenta una visión parcial. En la actualidad, el Estado financia con el dinero de nuestros impuestos a numerosas organizaciones sociales. La Iglesia es una de ellas, pero están también los partidos políticos, los sindicatos, ONGs diversas, etc. Ninguna de ellas tiene, ni de lejos, el número de miembros que tiene la Iglesia Católica, pero, por algún motivo, nunca se pone en duda la legitimidad de su financiación con el dinero de todos.

No me parecería mal que las organizaciones sociales se financiasen con las cuotas de sus miembros. Pero todas. No sólo aquéllas que dicen algo que no gusta al Gobierno de turno.

Bartolomé Cuerda

bartolomecuerda@yahoo.com