Hasta la advertencia de Gadafi, Trípoli era el régimen de mayor seguridad jurídica para las inversiones de la petrolera española En la mañana de este miércoles comparecía en la sede de Repsol su responsable de Upstreaming, Nemesio Fernández-Cuesta. Por supuesto, ha salido el asunto de Gadafi, que recientemente había amenazado con nacionalizar todo el petróleo del país, incluidos los pozos de Repsol. El anuncio sorprendió a la petrolera española porque llevaban año y medio negociando y el 17 de julio de 2008 habían firmado un contrato hasta el 2032 para sus dos principales campos.
Así que la señal que han recibido es que no pasa nada. No hay noticia. ¿Qué es lo que ha pasado? Fernández-Cuesta tiene la sensación de que obedece -en este tema y en otros- a movimientos de política interna. La leña al mono hasta que es de goma siempre funciona; y el mono, somos nosotros. Más claro, no se puede.
Por último, ¿cómo se protegen de las inestabilidades fiscales? En primer lugar, cierto giro hacia zona OCDE, con mucha mayor seguridad jurídica. En segundo lugar: la clave está en la diversificación. La situación actual es de relativa tranquilidad porque en opinión de Fernández-Cuesta, si bajan los precios, bajan los costes y la presión de los gobiernos.