Públicamente, la vicepresidenta señala que "no opina sobre operaciones de empresas privadas"
Muy liberal el Gobierno. Preguntada la vicepresidenta DeSin embargo, la ‘vice' añade que "se han tomado medidas que ayudan a paliar los efectos en el sector inmobiliario". ¿Qué tiene que ver? Mucho. Zapatero anunció en el Congreso su intención de regular las sociedades de inversión inmobiliaria colectiva. No ofreció detalles, pero el G14 aplaudió con las orejas. Y dentro del G14 está Sacyr. O dicho de otra manera, De la Vega sugiere a Luis del Rivero que no se queje tanto que al fin y al cabo ya les han hecho caso.
Pero, ¿cómo observa el Gobierno una operación de capital extracomunitario sobre Repsol? ¿Por qué no seguir la senda de Alemania que acaba de aprobar una ley que prohíbe que el capital extranjero supere el 25% en las empresas estratégicas? ¿Es Repsol una empresa estratégica? De la Vega guarda silencio. No sale de "no voy a decir nada sobre las empresas". Dice desconocer la legislación alemana, aunque después reconoce que puede ser echada para atrás por las autoridades europeas.
También en privado reconoce que Repsol es una empresa "estratégica". ¿Entonces, por qué no chupar rueda de Alemania? ¿Por qué no tomar decisiones que permitan el control de capital español? De la Vega considera que esos controles ya existen. ¿Cuáles, una vez que hemos asesinado a las golden share? La ‘vice' apela a las decisiones de Competencia. Ya saben, ese organismo ‘independiente'... de la mañana.
En fin, que el Gobierno no se mueve más allá del anuncio vago que Zapatero realizó el miércoles. Ni una coma más, ni un detalle más. Una pena, porque España podría seguir la rueda marcada por Alemania. Bruselas nunca podría decir a Alemania sí y a España no. Pero ha preferido dejar a Repsol a los pies de los caballos. Y ellos, liberales, no tienen nada que decir.