Sin embargo, exige un consejero delegado pactado y continúa proponiendo el mismo nombre que propuso al PP: Nemesio Fernández CuestaEl presidente de Sacyr ha cometido dos errores en su batalla por controlar Repsol. La primera, dejar que sus socios de Pemex hablen de hacerse con los activos iberoamericanos de la petrolera española: eso ha dejado al descubierto que el objetivo último de la operación conllevaría un desguace de Repsol para lograr dividendos extraordinarios con los que Sacyr pueda pagar una deuda que le asfixia.
La segunda ha sido los ataques a la gestión de Brufau, cuando, salvo en el reparto de dividendos, Sacyr ha apoyado dicha gestión. Esa crítica conllevaba la petición del nombramiento de un consejero delegado, aunque el objetivo último de Del Rivero era convertirse en presidente de Repsol.
Quizás por eso, fuentes de Sacyr han dicho a Hispanidad que no, que Del Rivero no pretende la Presidencia de Repsol para él sino simplemente, un consejero delegado que "represente a todos". Por ejemplo, Nemesio Fernández Cuesta, el mismo nombre que había propuesto al PP si no vetaba su camino hacia la Presidencia. Ni que decir tiene que Antonio Brufau no está dispuesto a aceptar esta situación de compromiso. La Caixa, en entretanto, y a pesar del cabreo con Del Rivero por no haber sido informado, guarda silencio.

Eulogio López
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