El señor Rajoy asegura que no existe una salida socialista a la crisis, y propone una solución liberal. Sólo que no nos dice cuál es. Pues mire usted, es muy sencillo: la solución liberal consiste en reducir impuestos y reducir las prestaciones públicas. Deberían tener la valentía de explicar cuáles.

Y sí: sí que existe una salida socialista a la crisis, pero no es la de ZP. Lo que ocurre es que no es la que el Gobierno Zapatero está aplicando, porque ZP es un desastre que no ha aplicado ninguna solución, ni de izquierdas ni de derechas, a la crisis, y así nos va: el país de occidente donde más se dispara el paro. ZP se conforma con la tontuna al uso de acusar al neo-liberalismo de todos los males del universo. Es la técnica de buscar culpables en lugar de ofrecer soluciones. Además, si algo podemos entender por neo-liberal, es el modelo Barack Obama o Gordon Brown de salvar a los especuladores con dinero de todos los contribuyentes para que los inversores en Bolsa no pierdan sus ahorros y no dejen de votarle. Pues bien, en eso los maestros son los anglosajones, pero todos los europeos, incluido ZP, les siguen detrás como borregos. O sea, que el primer neoliberal es ZP.

Esto no es un presidente del Gobierno, esto es un desastre.

La salida socialista a la crisis consiste en crear empleo desde el sector público, no en repartir subsidios a quien no tiene empleo. Se tata de incentivar el empleo y premiar el mérito. Por eso, lo de la renta social que propone el Gobierno ZP es una bestialidad que sólo a un Ejecutivo en disgregación, un verdadero caos, como es el Gobierno Zapatero, se le puede ocurrir. No, la solución no es una renta social sino el salario maternal, a medida que la crisis lo permita. Porque no trabajar puede ser una desgracia, casi siempre involuntaria, pero no es un mérito. Sin embargo, tener un hijo sí que lo es, el mayor y mejor mérito de una mujer a una Europa envejecida y moribunda.

Por lo demás, la pregunta más habitual hoy en los cinco continentes es: ¿Y la crisis va a continuar? La respuesta, por más que el G-20 diga lo contrario (¿qué van a decir, que la crisis no va a terminar? Eso sería tanto como reconocer su fracaso frente a la misma, que ya dura 20 meses) es que sí, porque no se han afrontado la causas: especulación y apalancamiento, lo que nos condena a la crisis permanente.

Eulogio López

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