- Sin embargo, la ley de emprendedores se presentará "este mes de marzo".
- También en los "próximos meses" se acometerá el Plan Integral de Turismo.
- En presencia de Rato omite hablar del recorte en los sueldos de directivos en entidades con ayudas públicas.
- El presidente ha llegado al encuentro organizado por Bankia, ha leído su discurso 'a toda velocidad', y se ha marchado.
Muy esperada era la intervención de Mariano Rajoy en el 'Encuentro Financiero Internacional' organizado por la entidad que dirige Rodrigo Rato. El auditorio estaba abarrotado. Pero el presidente ha llegado, ha leído su discurso -que han repartido previamente a los periodistas- y se ha marchado por donde vino. Leer, lo que es leer, lo hace bien y además muy rápido.
¿Lo más destacable de su contenido? Que el Gobierno afrontará la tan necesaria y esperada reforma del sector energético "en los próximos meses", es decir, que el ministro Soria (en la imagen) la retrasa hasta no se sabe cuándo. Además, en este mismo saco ha metido el nuevo Plan Integral de Turismo, así como "otras reformas sectoriales orientadas a la racionalización de los costes y a la explotación de la ventaja competitiva de la economía española". Lo que sí va a aprobar el Ejecutivo estas semanas es la Ley de apoyo a los emprendedores.
Otro aspecto destacable, que más bien es una anécdota, es la omisión que el presidente ha hecho respecto al límite establecido en los sueldos de los directivos de entidades que han recibido ayudas públicas. La historia ha sido la siguiente:
En el discurso que han distribuido entre los informadores -y que Rajoy ha leído casi íntegro- se dice que "tres son los ejes principales de la reforma (financiera): el saneamiento de las entidades mediante provisiones; los incentivos a los procesos de integración, y el establecimiento de límites a las remuneraciones en entidades que han recibido ayudas públicas".
Pues bien, Rajoy, con Rato sentado a su lado y muy atento a sus palabras, ha dicho: "Dos son los ejes principales de la reforma". Luego ha seguido leyendo, pero ni palabra sobre el límite a las remuneraciones. Lo curioso es que en la portada del discurso, los responsables de comunicación del presidente, han añadido: "(Sólo son válidas las palabras pronunciadas)".
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com