Por si no había quedado claro el carácter católico del invento los de la Fundación nos aseguran que se trata de un llamado a creyentes y no creyentes -o sea, muy plural- para reconocer la dignidad humana más allá del materialismo economicista. Loable objetivo a fe mía.
Y la emoción se desborda en llanto cuando contemplo, justo detrás del cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, la efigie aristocrática de Francisco Pérez González, más conocido como Pancho, el socio eterno de Polanco y co-fundador del imperio PRISA. Justo ese mismo día, casi a la misma hora, el majadero de El Hormiguero, en la Cuatro, o sea, en el grupo PRISA, el de Pancho Pérez, exhibía una bromita blasfema -una más, donde aparecía un Papa y dignatario eclesiástico, que lo mismo da, burlándose del sacramento del matrimonio y danzando para hacer las delicias de la panda de descerebrados que siguen la factoría televisiva polanquil (y Pancheril) en horario de máxima audiencia. Pongo este ejemplo por su sincronía, pero podrían poner muchos, todos los días, una y otra vez.
¿Dónde está Pancho? ¿Dónde debería estar? ¿Donde Rodolfo Martín Villa, que figura a su lado, presidente de Sogecable? Bueno, no falta Javier Cremades pero su presencia no conlleva incoherencia alguna: es que Cremades, como el Jordi del chiste, está en todos los sitios. Con decirles que es secretario general de la nueva institución.
Eulogio López
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