Mientras en los países del resto de la Unión Europea, con muchos menos parados que nosotros, la afluencia en las manifestaciones del 1 de mayo ha sido masiva, y las protestas se dirigían contra los respectivos gobiernos por la gestión de la crisis, aquí salieron sólo cuatro gatos y ni una palabra de crítica hacia el Gobierno de Zapatero.
No es de extrañar, sabiendo la poquísima afiliación que tienen nuestros sindicatos, los cuales viven de las subvenciones del Gobierno, y gracias a las cuales mantienen a sus miles de liberados, la mayoría de los cuales, al parecer, también prefirieron irse al campo antes que asistir a las manifestaciones. Y es que el nuestro es un país apesebrado.
Otra muestra de ello es nuestro cine, al cual no va a ver casi nadie, y que consigue más dinero de las subvenciones oficiales que de las recaudaciones en taquilla. Tampoco extraña por ello que cuando se manifiestan los cineastas, y lo hacen con bastante frecuencia, lo hagan siempre a favor del Gobierno. Y en vista del buen resultado que electoralmente está dando a los socialistas el subsidio del PER en Andalucía, parece que ahora a Zapatero le preocupa más mantener las prestaciones de desempleo para que le voten los parados, que crear puestos de trabajo.
Pero, ¿qué pasará cuando se agoten las reservas de la seguridad social y nuestra capacidad de endeudamiento?
José Pauner Sala
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