Sr. Director:

Estuve presenciando el escrutinio en un colegio electoral en el que la mayoría de votos se repartían entre el PP y el PSOE.

Observaba cómo la presidenta sacaba los votos de los sobres y entonces me percaté de que antes de sacarlos, se veía si correspondía a uno u otro. Si era del Partido Popular se atisbaba ya que se veía un trocito de la gaviota; mientras que si era por el Partido Socialista era porque aparecía la última letra de sus siglas: la E.

Me quedé pensando y me di cuenta de que en la última legislatura, Zapatero le ha dado una buena patada al calificativo de Español de sus siglas. Con el fin de continuar en el poder, ha aprobado Estatutos que denominan nación a una parte de España, ha dividido a los españoles e intentado enfrentarlos, y, además, ha calificado de discutida y discutible a la nación española.

Tras su holgada mayoría, nuestro presidente podría intentar remediar sus errores, proponiendo la vuelta a una política en la que la gran nación española fuese el germen de toda actuación. Ya que no tendrá que rendirse con los nacionalistas, debería propugnar la igualdad entre regiones y considerar a los españoles como ciudadanos iguales en derechos y deberes.

En esta nueva legislatura, ZP tiene todas las bazas para reconstruir esta España que comienza en resquebrajarse. Y en este sentido no le faltará ni el apoyo del PP, ni del que comienza en esta nueva batalla: UPyD.

Gabriel José García Díaz

gabigarcia88@hotmail.com