Lo de la subasta de Matías Cortes, una chufla: no hay postores y los Polanco se empeñan en salvarse de la quiebra endosándole la plataforma a Telefónica. Mientras, Juan Luis Cebrián insiste en traicionar a la familia Polanco vía Slim, pero el mexicano es un rácano: acepta comprar el 33% de PRISA con dos condiciones: que Timón retroceda hasta ese mismo porcentaje y pagarlo a precio de mercado (a día de hoy, 750 millones de capitalización)
La banca no puede quebrar, y si quiebra le salva el pellejo el contribuyente. Los grandes multimedia tampoco pueden quebrar, así que si quiebra se le endosa el muerto a las grandes compañías, en algo muy parecido al chantaje, al que tan aficionados son los grandes editores. Por ejemplo, en el momento presidente El Mundo chantajea a Caja Madrid, mientras PRISA hace lo propio con Telefónica para que le compre Digital . Y es que El Mundo está en pérdidas y PRISA sencillamente está en quiebra, vendiendo imprentas, en breve editoriales, también en breve radios iberoamericanas, e intentando colocar, ante todo, su gran peso muerto: la plataforma de TV de pago, vía satélite, Digital . PRISA sigue diciendo que tiene 2 millones de clientes, pero nadie se lo cree.
Quizás porque donde no hay harina todo es mohína, y porque la subasta organizada por el vende burras de Matías Cortes no ha conseguido el menor éxito. Juan Luis Cebrián habla de 10 postores, cuando lo cierto es que la única oferta dicha, que no firmada, es la de Tele 5 (2.800 millones de euros) y que muchos consideran un favor de Mediaset a PRISA para animar la subasta, sin un especial interés en ratificarla. Un detalle, entre los 10, Cebrián sigue citando a France Telecom, cuando la operadora francesa ya le ha dicho, oficialmente, por dos veces, a Hispanidad, que ni está, ni va a estar.
Al final, toda la chufla de la subasta de don Matías Cortés -inefable caballero- no es más que una cortina de humo para que sea Telefónica quien adquiera Digital , una verdadera castaña, donde nadie se cree que mantenga los 2 millones de abonados y donde se regalan tiempo extra de conexión a quien se da de baja. Pues bien, Cebrián pide 4.000 millones de euros, sí 4.000 (se supone que la deuda, más de 2.000 millones de euros, pasaría a PRISA), algo que ningún demente tendría a bien pagar. Todo ello por una pequeña parte, deficitaria, de un entramado total, PRISA, que ahora vale en bolsa 750 millones de euros. Y con un argumento genial: Telefónica debe pagar la cuenta porque le hicimos un gran favor librándome del muerto de Vía Digital. La verdad es que más que librarle de un muerto lo que logró el fallecido Jesús Polanco fue un chollo de grandes dimensiones: monopolio casi absoluto de la TV de pago en España y la financiación de la deuda.
Por si fuera poco, el consejero delegado Juan Luis Cebrián, continúa con su campaña para arrebatarles el poder a los Polanco en PRISA. Se trata de introducir a Carlos Slim con un 33%, mientras Timón baja su participación hasta esa misma cantidad. Es la exigencia que impone el magnate mexicano. Ahora bien, como resulta que es un rata de mucho cuidado, Slim no quiere comprar Digital sino todo PRISA. Si tenemos en cuenta que la capitalización son los precitados 750 millones de euros, dividan esa cifra por tres y verán lo que el hombre de Telmex y América Móvil está dispuesto a pagar por PRISA.
E insistimos. Jesús y Manuel Polanco tienen la tentación de tomar el dinero y echar a correr, y lo mismo piensa el viudo de Isabel Polanco, Alfonso López Casas. Pero, eso sí, que paguen bien. Díez Polanco quiere seguir: por eso él y Janli no se soportan.