La dureza no ha venido esta vez de Telefónica, sino del canal Hermano: Vivendi.
Otra espléndida información del gratuito económico Negocio sobre el grupo PRISA. En efecto, los Polanco y Juan Luis Cebrián han abandonado la venta de la plataforma de TV de pago Digital ante la dureza expresada por su hermano de la internacional progresista, los franceses de Viviendi, en precio y condiciones. Al comienzo de la negociación, PRISA comenzó pidiendo 5.000 millones de euros, luego bajo a 4.000, más tarde a 3.000, para quedarse en 2.400. Vivendi sólo estaba dispuesto a comprar -junto a Telefónica- por 1.800. Entonces Cebrián intenta colocar más deuda de la que el sentido común atribuía a la plataforma dentro de la integración de todo Sogecable en PRISA. No cuela. Lo cierto es que Vivendi, el negociador más duro, no estaba dispuesto a ofrecer un euro más de 1.800 millones.
Telefónica, por su parte, tampoco acepta que Imagenio cargue con el coste de los derechos de Digital , separando éstos de lo vendido. A fin de cuentas, los dos únicos activos del monopolio de la TV de pago en España que poseen los Polanco son los clientes y los derechos. Ya nadie se cree que la plataforma posea 2 millones de abonados, y los derechos de retransmisión deportiva, y también cine y series, se los está arrebatando otro grupo del zapatismo: Mediapro-La Sexta-Público. Por cierto, con una deuda que, proporcionalmente a su volumen de negocio aún es mayor que la de PRISA: más de 2.000 millones de euros debe el ultraprogresista Jaume Roures. Y una deuda más espuria, por cuanto entre los acreedores figura el Gobierno central (ICO) y la Generalitat (Instituto Catalán de Finanzas). Y es que el Zapatismo y el socialismo catalán, que con tanto ahínco representan en Madrid la ministra de Defensa, Carme Chacón, están dispuestos a que Roures consolide todo su aparato de propaganda prosocialista y radicalmente cristófobo. Y tampoco es casualidad que el esposo de doña Carme Chacón sea Miguel Barroso, ex secretario de imagen de Zapatero y mentor de La Sexta.
La conclusión es muy sencilla: Como recuerda Negocio, PRISA está obligada ahora a vender cualquier cosa, desde los activos americanos a la editorial Santillana, origen del imperio. De hecho, en Hispanidad ya hemos dicho que el plan de Ignacio Polanco consiste en quedarse con El País, Cuatro y la SER. Pero a lo mejor ni con eso tiene para pagar una deuda que no es de 5.000 millones (ahí no se cuenta la asumida tras la absorción del 100 por 100 de Sogecable, en un gesto de soberbia verdaderamente tonto, de Cebrián y los Polanco) sino que roza los 6.000 millones de euros.
Y lo malo es que Digital se devalúa por momentos. Vivendi ya advierte que si no se reanudan las negociaciones de inmediato, rebajará la cifra prometida de 1.800 millones de euros.