¿Qué sentido tiene echar a 4.300 trabajadores expertos e introducir a 758 novatos? Es decir, qué sentido tiene la tontuna que acaba de hacer el Gobierno en la RTVE pública.

Desde luego, no disminuir gastos, dado que RTVE sigue comprando a productoras externas todo tipo de programas. De hecho, la TV pública está creando empleo en el sector privado.

No lo que se busca es un empleo precario y dócil. Los 4.000 que se van cobraban más, mientras los 758 que llegan son chavales dispuestos a trabajar el doble de horas por la mitad de salario. Naturalmente, tardarán años en conseguir la maestría de aquellos a los que suceden.

Pero, sobre todo, se busca un empleo dócil. Gente no asimilada al funcionariado al que le cueste rebelarse, por ejemplo para no manipular al espectador.

Ahora bien, si lo que se busca con todo tipo de prejubilaciones es una plantilla dócil, la mejor manera de conseguirlo no es prejubilar a los veteranos sino implantar el despido libre. Al menos, resultaría más sincero.

Lo que está claro es que durante la etapa ZP se están batiendo todas las marcas de manipulación en la radio y TV públicas, convertidas en la voz de su amo: La Moncloa. Precisa, para ello, no sólo una plantilla sumisa, temerosa de perder el empleo, sino, además una plantilla con unas enormes tragaderas.

Eulogio López