Hace unas semanas Benedicto XVI ha dado a conocer la carta Apostólica Porta Fidei, "La puerta de la Fe" con la que ha convocado formalmente el Año de la Fe.
La puerta de la fe, debe estar siempre abierta para nosotros. A los hombres hay que hablarles de Dios, darlo a conocer entre aquellos que viven de espaldas a Él.
En una sociedad que nos desayunamos un día y otro no, con asesinatos de niños por sus padres, de mujeres asesinadas por sus parejas, jóvenes que son capaces de violar, matar y/o simplemente por una discusión apuñalar a otro, ¿estamos siendo capaces de sustituir los viejos valores religiosos que actuaban como muro de contención moral de la violencia, por esa "ética laica" de la que tantos hablan y nadie acaba de concretar? ¡Estamos destruyendo los valores de la persona!
En este sentido, nos sentimos alentados y obligados, como diría san Pablo, a seguir anunciando el Evangelio desde todos los "terrados" posibles, sin despreciar ni desaprovechar ninguno, con la certeza de que la Palabra de Dios da respuesta a todas las necesidades.
Josefina Galán