Miércoles 22 de febrero, miércoles de Ceniza, comienza la Cuaresma. Este año coincide con la de persecución religiosa en África y Oriente más dura de los últimos años.

La Cristofobia crece en el mundo y como aseguraba la fallecida vidente de Fátima, Lucía, la Virgen les rogaba que rezaran para que no se ofenda más a Dios, que ya está muy ofendido.

Hoy, en todo el orbe católico, los sacerdotes han impartido la ceniza bajo una de las dos fórmulas habituales: "Convertíos y creed en el Evangelio" o "polvo eres y en polvo te convertirás". Este segundo me parece muy actual. Lo digo por el culto al cuerpo que se ha desarrollado Occidente, convertido en una sociedad 'light' y que ha trasformado la civilización cristiana en el peor insulto de don Gilbert Chesterton: "¡Bebedores de agua!".

Pero insisto, el miniayuno cristiano es muy criticado por los progresistas occidentales, lo mismo que ponen su cuerpo, y sobre todo, su mente, al borde de la patología con tal de lucir una buena figura y de retrasar la muerte aunque sea a costa de malvivir, haciendo realidad el viejo chiste del médico:

-Oiga, doctor y si no fumo, no bebo, hago deporte, pierdo kilos y no salgo con los amigos, ¿viviré más tiempo?

-Eso no lo sé, pero se le va a hacer de un largo...

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com