La clave del Pizarrismo: transparencia en el dinero público

Llegó, habló y venció. Este es el resumen de la comparecencia de Pizarro en el Observatorio Económico de la FAES. ¿Su obsesión? La transparencia en el dinero público. Por eso parte de su discurso se centró en el canon digital: "Se extrae dinero de los ciudadanos a través de una tasa que si no es un tributo es una tasa parafiscal que va a parar a determinados individuos". Esto en su opinión, va contra la transparencia por la que aboga. Afirma defender la propiedad intelectual, igual que la mercantil o la industrial "¿Va el Gobierno a indemnizar al dueño de la patente cuando descubra que le han pirateado por ahí fuera por no haber sido capaz de evitarlo? ¿Irá un ciudadano a demandar una indemnización cuando unos ladrones entren en su casa porque la policía no ha sido capaz de proteger su propiedad?" La posición es clara.

Por otra parte, ha señalado que "el dinero público" no está para financiar a grupos políticos que colaboran con bandas terroristas, tal y como en su opinión, ha demostrado el juez Garzón. "Se podía haber hecho hace nueve meses y nos habríamos ahorrado que el dinero del contribuyente financiara a los terroristas", añade. Y apuntala: "No lo digo yo, lo dice el Supremo". En este punto, señaló que la Iglesia ha dicho lo que lleva diciendo 2000 años. A saber: "No se puede apoyar a quien mata, ni a quien apoya a quien mata, ni a quien apoya a quien apoya a quien mata". Una traducción un tanto ‘sui generis' del decálogo porque excluye no sólo a ETA y el entorno ‘batasuno', sino también al PSOE. Y es que -reconoce- "hablo como un político". Eso debe ser.

Por otra parte, Pizarro se mostró contrario a que los créditos ICO y sus avales se repartan con criterios "clientelares" y a que se ponga en marcha la maquinaria recaudatoria para que después el dinero haga el viaje de vuelta con la paga de los 400 euros.

¿Se puede salir de la crisis? Sí, con coraje y mirando al toro de frente. "El problema es que no sabemos lo que pasa". ¿Cómo saldremos? "Con un Gobierno lúcido y con decisión que haga lo que hay que hacer". O sea, no dice mucho. Sí señala en cambio que del 3,1% de inflación europea, dos décimas las aporta España. "Creamos problemas fuera y no somos capaces de solucionar los de dentro". Censuró la apertura del melón territorial, el haber aprobado un estatuto ("que es una ley española aplicada en Cataluña") sin el consenso el principal partido de la oposición. Y ya puestos, señaló que ZP había conseguido convertir a España en un país "extravagante" en lo que a política internacional se refiere. No, no es sólo un vicepresidente económico en potencia. Es un animal político en estado puro.