El líder del PP en Cataluña, Josep Piqué, era entrevistado en la cadena SER. El lema de 2004 era derrotemos al PP, que como mensaje positivo, de izquierdas, era un despropósito. Pero esto tiene un valor añadido rechazable y es definir a una fuerza política como contraria a Cataluña. Esto olvida que hay casi 600.000 ciudadanos de Cataluña que votan al PP, y describir a esos votantes como contrarios a Cataluña es quebrar los principios más elementales de la convivencia.

 

Según Piqué, llevan en Cataluña dos años y medio larguísimos, casi enfermizos, y se han hecho muchas cosas, y yo creo que lo que tenemos que hacer es debatir de verdad los contenidos estatutarios.

 

Ha explicado que el PP tiene un slogan que es piensa en Cataluña y di que no al estatuto, porque pensamos que este proyecto estatutario es muy intervencionista, centrado en la supremacía del poder político por encima de la sociedad, contra el carácter emprendedor, contra su mundo económico, empresarial, lo último que necesita Cataluña es añadirle nuevos corsés políticos, pero vamos  seguir con nuestra campaña de explicación de por qué no le interesa a los ciudadanos, nuestro modelo es tan legítimo como cualquier otro, y eso no significa ir contra Cataluña.

 

El gran beneficiado de que no saliera el estatuto legitimado democráticamente sería la propia Cataluña. En la clase política catalana se ha instalado una especie de autismo. Tenemos un serio problema  de modelo productivo, toda España tiene que abordar el tema de los flujos migratorios, y entrar en este debate lo único que hace es azuzar sentimientos, y hemos pasado del estatuto del consenso al estatuto de la discordia, un pésimo discurso desde el punto de vista político y económico.